JAIR PIMIENTA/EL PILÓN
Con el inicio del año escolar se evidenciaron algunas problemáticas en diferentes instituciones educativas de Valledupar, que de alguna manera amenazaban con interferir con el normal desarrollo del proceso académico de los estudiantes; entre esas, bloqueos de vías principales por parte de los padres de familia del colegio César Pompeyo, caos vehícular por el traslado del colegio Alfonso López y deserción escolar por temas de inseguridad en el Francisco Molina Sánchez.
En el caso de la IE César Pompeyo Mendoza, del cual se han publicado varios artículos en este medio periodístico, esta ha sido protagonista de diferentes eventos relacionados con la alteración del orden público, debido a que algunos padres de familia y líderes sociales mostraron su descontento por el cambio de operador, que pasó de manos de la corporación Minuto de Dios a ser manejado por la Diócesis de Valledupar.
Es por eso que, tras varios encuentros entre padres de familia, líderes comunales y la administración municipal, se había dado por solucionado el tema, en el que según acuerdos firmados entre las partes, los estudiantes tendrían igual o mejor calidad en temas académicos con el actual operador, es decir, la curia.
Sin embargo, otro grupo de padres, que no quedó conforme con las decisiones, se mantiene frente a las instalaciones de la sede educativa, argumentando que no permitirán que el megacolegio sea administrado por la Diócesis y que permanecerán allí hasta que sea atendida su petición.
COLEGIO ALFONSO LÓPEZ
Por otro lado, con el traslado de los estudiantes del colegio Alfonso López hasta las instalaciones de la Universidad Antonio Nariño, ubicada frente al Batallón La Popa, habitantes de la zona mostraron su inconformidad por medio de videos compartidos a través de las diferentes plataformas digitales, en el que manifestaban que este cambio empeoró las condiciones de movilidad que afectan este sector de manera frecuente.
Ante esto, el rector del Alfonso López, Robinson Férnandez, manifestó que mientras se adelantan las adecuaciones del colegio, incluido en el Plan de Infraestructura Educativa que adelanta la Gobernación del Cesar, fue necesario la reubicación del estudiantado para que no se vieran interrumpidos sus ciclos académicos.
Aunque asegura estar consciente de lo que este cambio pudo haber generado en la comunidad, dijo que han optado por implementar algunas acciones que minimicen el impacto negativo que a raíz de esto se pudo haber generado, como por ejemplo, se comprometieron a llegar media hora antes del horario habitual y la hora de salida se programa minutos antes de que inicien las horas ‘picos’, los padres de familia que lleguen en vehículos podrán ingresar hasta la universidad para evitar que se armen trancones, entre otras medidas.
COLEGIO FRANCISCO MOLINA SÁNCHEZ
El problema de inseguridad es una queja constante de la comunidad educativa del colegio Francisco Molina Sánchez, algunos padres de familia han denunciado riñas a las afueras del plantel, como también que los estudiantes han sido víctimas de algún acto delictivo.
Es por eso que ante las múltiples quejas, el rector de la institución Pablo Celestino Torres, hizo un llamado a los diferentes organismos a que focalizaran a este grupo poblacional y se les brindara un acompañamiento policial de tal forma que los estudiantes no se les afectara el derecho a la educación.
De tal forma que desde inicios del año escolar, han contado con presencia de las autoridades, sobre todo en los horarios de entrada y salida, sin embargo aseguró que también es necesario el compromiso de los padres, para que entre todos puedan mitigar este flagelo que los viene afectando desde hace algunos años.
VERSIÓN SECRETARÍA DE EDUCACIÓN
Para abordar estas problemáticas el diario EL PILÓN entrevistó al secretario de Educación de Valledupar, Iván Bolaño Baute, quien dio detalles de los procesos que se adelantan en cada una de estas instituciones educativas, con el fin de brindarle a los estudiantes todas las garantías para que no se les vulnere su derecho a la educación.
El funcionario manifestó que en el caso de la Institución Educativa César Pompeyo Mendoza, hay algunos intereses de carácter particular y político, que de cierta manera están obstaculizando el proceso de implementación del cambio de operador, lo que perjudica de manera directa a los estudiantes.
Expresó que por parte de la administración se le está dando cumplimiento a una ley, siguiendo el desarrollo de una actividad contractual, que lo que representa es continuar brindando a los estudiantes la misma calidad educativa que se viene impartiendo en dicho claustro, por lo que con el cambio de operatividad esto no va a cambiar, de manera que los padres de familia pueden estar tranquilos y que de de esta manera se continúe el desarrollo de las actividades académicas.
Con respecto al colegio Alfonso López, el funcionario comunicó que hicieron un trabajo estratégico de análisis del sector y en articulación con la secretaría de de tránsito, han puesto en marcha algunas medidas que han dado resultados positivos, como la presencia de agentes de tránsito durante los horarios de ingreso y salida de los estudiantes, colocación de separadores en la vía para evitar giros prohibidos y algunos cambios en los horarios de inicio y terminación de clases.
Para concluir, Bolaño Baute aseguró que la Policía de Infancia y Adolescencia ya está al frente de la seguridad de los estudiantes del colegio Francisco Molina Sánchez, con los que además se presta un servicio social debido a que por su ubicación siempre estarán expuestos a algún nivel de riesgo y amenaza, de igual manera que en la segunda semana de febrero concertará una reunión con las padres de familia para así proponer iniciativas para fortalecer el derecho a una educación segura.