El pasado viernes 9 de septiembre, Fenalco Cesar llevó a cabo su asamblea número 36 con un evento de reconocimiento a líderes empresariales que le han apostado al desarrollo de la región. ¡Fue sencillamente extraordinario!
En el mismo marco, Fenalco organizó un foro para analizar las oportunidades comerciales que se avecinan con el inminente restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales con el vecino, para ello se invitó al Dr. Jorge Alberto Velásquez, exdiplomático, consultor internacional y profesor de comercio de la UNAB, lo que lo ubica como una de las personas que mejor conoce el mercado venezolano pues estuvo por muchos años trabajando en la embajada antes, durante y después de la crisis diplomática que generó el gobierno de Andrés Pastrana, continuado por Álvaro Uribe e Iván Duque hasta agudizarlas con el resultado catastrófico que tenemos hoy.
Según cifras entregadas por el Dr. Velásquez, las exportaciones colombianas han perdido alrededor de US 21.000 millones en los últimos diez años, entre los cuales US 8.000 millones corresponden al mercado de Venezuela pues a corte diciembre de 2021 Colombia le vendió al vecino solo US 300 millones, situación que califica el ex diplomático como una vergüenza; pero las cosas no paran ahí, es tal la crisis por la que atraviesan las exportaciones del país, que antes de la firma del TLC con Estados unidos el cual fue vendido como la panacea, a corte 31 de diciembre de 2021 exportamos menos de la mitad de lo que se vendía antes de la firma del tratado, y lo que demuestra es que el manejo que se la ha dado al comercio exterior en la última década carece de rigor y de seriedad por falta de una política real.
En ese sentido, Venezuela se convierte en una enorme oportunidad ahora que empieza una evidente recuperación económica a raíz del levantamiento gradual de las sanciones de Estados Unidos y sus aliados a raíz de la crisis que ha generado la guerra con Ucrania, que el tío Sam y sus socios de la Unión Europea de nuevo miren con otros ojos al mercado venezolano así sea por conveniencia, nos sirve muchísimo.
Las ventajas son muchas, y en palabras de Jorge Alberto, es un mercado muy fácil de conquistar pues ya conocen nuestros productos, ya que en el pasado Colombia llegó a vender una lista muy abundante de productos que iban desde vehículos hasta los más populares, manufacturados por pequeñas empresas, lo cual aumenta el potencial de oportunidades.
Otro detalle que pudimos descubrir en la charla con el profesor Velásquez, es la enorme ventaja que tendría el departamento del Cesar si el proyecto de restablecimiento prospera de manera integral, y tiene que ver con las dificultades que enfrenta el tránsito de mercancías por el paso hacia el estado Táchira debido a dificultades de tipo político con el gobernador de ese estado, por ende y mientras se resuelve ese impase, todo este flujo se volcará entonces hacia el estado Zulia con paso obligado por nuestro territorio, es decir, mientras se afinan los detalles importantes de este restablecimiento, el flujo de mercancías, el tránsito de carga, los servicios complementarios como almacenamiento entre otros, serán un dinamizador importante para la región y particularmente de la ciudad de Valledupar como epicentro de estas actividades.
Hay una gran expectativa sobre lo que pase con estas nuevas relaciones, el Cesar debe prepararse para apostarle a rescatar de nuevo este mercado que es como si fuese local, eso implica un nueva dinámica comercial, empezar a hacer visitas de contacto, afinar los portafolios y preparar la producción para atender la nueva clientela, y de paso preparar la infraestructura para recibir el nuevo flujo de carga incluso desde el interior del país, y esto incluye retomar el viejo proyecto del puerto seco sobre Bosconia.
A ambos gobiernos les corresponde afinar los detalles cruciales como mantener una estabilidad en el régimen cambiario, garantizar el pago de las exportaciones por parte de los empresarios venezolanos devolviendo la confianza del sector financiero al banco central venezolano y por parte de Colombia cuidar las relaciones diplomáticas evitando volver la embajada un asunto político y convertirlo en comercial, para ello el perfil del embajador debe cambiar de inmediato.