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“Venezuela lucha por la libertad ante un régimen opresivo y diabólico”: Gabriela Febres

Gabriela Febres es una voz autorizada para hablar de Venezuela.

EL PILÓN dialogó con  Gabriela Febres, una venezolana que adoptó a Valledupar como su tierra. Ha sido una ‘embajadora’ de la música y los cantos vallenatos en los escenarios más especiales, como la Casa Blanca en Washington. Hablamos con ella sobre la situación que vive el vecino país.

¿Qué se puede esperar para el 10 de enero en Venezuela?

El 10 de enero no es solo una fecha más en el calendario, es un símbolo de esperanza y un hito en la historia de Venezuela. Representa el renacimiento de un país que ha estado en la oscuridad por 26 años. Es una fecha que refleja la fuerza y la unión de un pueblo decidido a conquistar su libertad. Aunque el camino no es fácil, los tiempos de Dios son perfectos, y tener fe en el futuro nos impulsa a seguir adelante. La voluntad de los venezolanos prevalecerá. No tengo la menor duda.

¿Cómo será la transición democrática y quiénes pueden influir en ella?

La transición democrática en Venezuela es y será el resultado natural de la voluntad del pueblo. Aunque hay factores externos que influyen, lo fundamental es el compromiso de los venezolanos y la visión compartida del futuro que queremos. Hay consenso internacional en que Venezuela ha sido secuestrada por criminales que conforman un régimen opresivo y diabólico. 

María Corina ha sido clave en este proceso de liberación del yugo tiránico, su valentía y sacrificio no solo marcarán la historia de Venezuela, sino que serán un ejemplo inspirador para muchas generaciones, especialmente para las mujeres.

¿Cuál es el sentimiento de los venezolanos?

Hasta el final” es la frase que nos identifica, es el norte, es el mantra. El apoyo y solidaridad que los venezolanos han recibido de otros países es profundamente conmovedor. Las expresiones de solidaridad en redes sociales y la empatía de la sociedad civil internacional son un aliento constante. En especial, el pueblo colombiano que ha sido un hermano cercano, brindando un apoyo extraordinario que jamás será olvidado.

Los Niños del Vallenato en la Casa Blanca, en Estados Unidos.

¿La relación Colombia-Venezuela?

Colombia siempre ha sido un modelo de seriedad y profesionalismo en la diplomacia y en su desempeño en los organismos internacionales. La región siempre ha admirado la fortaleza institucional de Colombia y ha sido un faro de integridad moral a nivel internacional. 

Colombia es un país serio y respetable. Aunque la coyuntura política actual pueda ser una excepción, la fortaleza de Colombia radica en su gente y los valores familiares: son personas trabajadoras, resilientes y con una vocación de superación. Paradójicamente, los colombianos y los venezolanos nunca habíamos estado tan cercanos, a pesar de factores políticos disruptivos. 

¿Cómo ha evolucionado el vallenato?

El vallenato es una de las expresiones culturales más auténticas de Colombia, y su esencia es parte del ADN del país. Es natural que la música evolucione, pero estas variaciones no afectan su raíz ni su autenticidad; al contrario, la enriquecen. Es natural que existan variaciones musicales, así ha sido siempre. Las variaciones no canibalizan la raíz ni la partitura original. 

Esto lo vemos en música clásica cuando compositores realizan variaciones o arreglos sobre los acordes originales. Maurice Ravel compuso una variación de una pieza original de Beethoven. Lo mismo que Franz Liszt. Un ejemplo claro es lo que hizo Carlos Vives con “La Gota Fría”. Al reinterpretar la obra original de Emiliano Zuleta, no solo la modernizó, sino que la llevó a nuevos públicos sin borrar su legado. Así sucede con el vallenato: evoluciona, pero nunca pierde su alma.

¿Desde la visita de los niños a la Casa Blanca cómo ves las nuevas generaciones? 

El vallenato está más vivo que nunca. En los festivales de diferentes pueblos, es emocionante ver a tantos niños soñando con ser acordeoneros o cantantes. En las redes sociales, también abundan videos de pequeños interpretando canciones de maestros de hace 60 o 70 años. Ese espíritu vallenato es algo que pasa de generación en generación, y no hay duda de que seguirá siendo una parte esencial de la identidad colombiana.

POR: REDACCIÓN EL PILÓN.

Categories: Entrevista
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