Los vendedores estacionarios que llevan entre 10 y 15 años a las afueras de la Terminal de Transporte de Valledupar, serán reubicados en este mismo sector, pero de una forma ordenada que los lleve incluso a pagar a la administración municipal el uso del espacio público.
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Los beneficiados son 8 vendedores que fueron caracterizados luego de mesas de trabajo en conjunto con la gerencia de la Terminal, la Secretaría de Gobierno y la Secretaría General, en cuyo proceso primó la antigüedad de estas personas que por años se han dedicado a vender algún tipo de elemento.
“Esta es una problemática que debe ser solventada y para ello se han realizado varias mesas de trabajo, luego de la caracterización que ya quedó definida los vendedores quedaron comprometidos en radicar ante la Secretaría General una serie de formatos para iniciar los trámites correspondientes”, explicó el gerente de la Terminal, Andrés Camilo Castro.
Asimismo se estableció que el paso a seguir es que un arquitecto adscrito a la Secretaría de Gobierno hará un estudio para definir los espacios factibles y definir los diseños que se construirán para que los vendedores instalen sus ventas.
“Los vendedores hicieron el compromiso de no permitir a otros comerciantes que quieran llegar a este lugar porque precisamente se trata de darle orden a este sector a las afueras de la terminal”, dijo Andrés Camilo Castro.
CONTROL DE ‘TERMINALITOS’
Una de las problemáticas que se presentan en la ciudad en relación al transporte público son la ubicación de ‘terminalitos’ en diferentes puntos, donde vehículos de servicios públicos que hacen parte de empresas constituidas transportan pasajeros de manera irregular, lo cual resta demanda de clientes a la Terminal de Transporte.
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Frente a este caso, el gerente de la terminal, señaló que es de competencia de la Secretaría de Tránsito y de la Secretaría de Gobierno, regular esta práctica, sin embargo, la semana pasada apoyaron en el cierre de dos centros de acopios, donde habitualmente se estacionaban carros para viajar a pueblos y municipios cercanos. Uno de estos estaba ubicado en la carrera 44 en cercanía a la Terminal, y otro en un parqueadero cercano, los cuales operaban sin ningún tipo de permisos para prestar el servicio de transporte.