Estos personajes los hay por todo Valledupar, pero me voy a referir específicamente a los del centro de la ciudad (ambulantes y estacionarios). Preocupante es su situación. Lo cierto es que uno debe ser respetuoso de la ley y acogerse a ella. Pero, como todo tiene su pero, llamamos la atención a las partes en conflicto.
Pero digamos algo. El concepto “del espacio público” manejado a la ligera y sin los suficientes elementos de juicios urbanísticos y arquitectónicos por parte de muchas personas, se ha convertido en una entelequia sobre el que todo el mundo se cree con autoridad para meter las narices, emitir conceptos, proponer soluciones y, lo peor, embarcarse en acciones que casi siempre terminan en represión, violencia y conculcación de derechos reales, tolerados o adquiridos por fuerza de costumbre. Esto, por la ausencia absoluta de planos, estudios, propuestas, alternativas, estrategias y proyectos que engloben todos los factores que concurren en tan complicado tema y respalden estas acciones intrépidas.
La Alcaldía con razón se acoge a ciertas normas. Esto está bien. Pero siempre hay otro pero y es que la alcaldía debe a través de la oficina de planeación manejar de manera técnica, urbanísticamente y estéticamente estos casos y se establezca para esos vendedores una adecuada regulación para su reubicación. Esto sería lo saludable. El simple desalojo intempestivo de esta gente de escasos recursos es como una bomba de caucho bien inflada que, si se trata de estrangular por un lado, reaparece por otro. Así que primero reflexionar, pensar, planear, proyectar, diseñar, construir, educar, hacer la inducción y después sí actuar.
Como es mi costumbre, trataré otros temas, estoy alarmado, hay tantos candidatos a la Gobernación y Alcaldía como construcciones en la ciudad, pero si a estos candidatos los echamos a cocinar y los sancocháramos, no saldrían tres buenos. Los demás son buchiplumas, vividores, figurones y pantalleros. Aquellos candidatos de sonrisa muy bien ensayada, de talante bonachón y cara de Papa Noel, téngales cuidado. Ojo con ellos. Quiero referirme al programa de construcción y recuperación de algunos parques en especial el del barrio La Popa. Aquí en nuestra ciudad las empresas industriales y comerciales deberían colaborar económicamente para el arreglo de los parques o hacerse cargo de ellos.
Finalmente, felicitar al padre José Clavijo Méndez por su nombramiento como Obispo de Sincelejo.