Por: Pepe Morón Reales
Pepe.moron@elpilon.com.co
Aunque siempre se ha caracterizado por ser aferrada a sus costumbres y tradiciones, Valledupar es una ciudad que ha demostrado que está abierta a recibir aportes culturales y culinarios provenientes de otras latitudes.
Caso puntual son los paradigmas que rodean el culto a la alimentación vegetariana. Un mundo que, hasta hace unos años parecía lejano y de poca aceptación en la capital del Cesar.
El llamado vegetarianismo, es un régimen alimentario que parece sumar adeptos en Valledupar y tiene como principio la abstención de carne y todo alimento que provenga de animal; como es el caso de la gelatina de pesuña o la grasa y la leche.
Contrario a lo que se cree, la dieta de un vegetariano no puede contemplarse sólo en términos de nutrición, ni como una forma o fórmula de perder peso. Por el contrario, este tipo de dieta, conforma una actitud y estilo de vida.
Algo que cobra sentido, si se tiene en cuenta que lo más probable es que un vegetariano rechace otras formas de utilización de los animales para producir bienes de consumoo para la diversión humana. Motivo por el que se relaciona a los vegetarianos con aquellos que defienden formas de vida distinta a la de sus semejantes. Una forma práctica de usar su dieta para apoyar razones ecológicas y naturalistas.
Para conocer el sentido de esta práctica gastronómica en Valledupar, y lo que se esconde tras ella, EL PILÓN, se reunió con Diego José Ortega Rincón, un joven de 27 años que práctica este tipo de dieta desde que tenía 19.
Según explicaba Ortega Rincón, dentro de la práctica vegetariana hay distintos tipos y grados. Estos difieren de acuerdo al nivel de exclusión a productos que provienen de los animales.
De esta forma, las personas que no admiten ninguna ingesta de productos derivados de los animales, como los lácteos o el huevo, son denominadas vegetarianas estrictas o, en muchos casos, veganas, de otro lado están aquellas que sí consumen leche y se conocen como ‘Lactovegetarianas’. Estas toleran la ingesta de quesos, yogurts y otros derivados de la leche animal.
Por último, están aquellas que consumen huevos y, según Ortega Rincón,son denominadas ovovegetarianas.
Después de toda esta explicación, Ortega Rincón habló de su categoría ubicada dentro del vegetarianismo estricto. Según él, está dentro de la categoría que se conoce como ‘Crudívoros’: nombre con el que se conoce a los que siguen una alimentación vegetariana en la que se consumen productos crudos, o ligeramente tibios, que no han sido calentados por encima de 46,7 °C.
En sus argumentos, sostenía que el cocinar los alimentos, destruye las enzimas o porciones de nutrientes.
Este concepto difiere del emitido por María Elisa Quiroz, médico de la Universidad Nacional de Colombia, quien asegura que el cuerpo asimila mejor ciertos alimentos si éstos se encuentran ligeramente tibios y, por ende, más blandos.
“Nosotros activamos las enzimas de los alimentos mojándolos en agua antes de consumirlos. Algunos son ‘frutarianos’ y otros comen sólo comidas orgánicas” dijo Ortega Rincón.