En el tema vial del departamento del Cesar unas son de cal y otras son de arena. A propósito del despliegue noticioso que se hizo la semana anterior con la adecuación y rehabilitación de la vía El Zanjón-Pueblo Bello, es oportuno recordar que existen otros proyectos a los que el Gobierno Departamental con el Instituto Nacional de Vías, debe retomar y concretar para que en material vial la región alcance líneas mínimas de competitividad nacional e internacional.
Entre esos proyectos se encuentra la variante de Los Contenedores, que comunicaría al norte del Cesar con La Guajira y Venezuela, y además a través de la doble calzada a Bosconia con los departamentos de Magdalena, Bolívar, Sucre, Córdoba y Antioquia haría una ruta de desarrollo e intercambios de bienes y servicios con Panamá y Centro América, lo que constituye una gran oportunidad no sólo para el Cesar sino para la Región Caribe.
Si bien la rehabilitación de las vías secundarias como El Zanjón-Pueblo Bello fue gestada desde gobiernos departamentales anteriores, que hoy pretende cristalizar el actual, contribuirá a categorizar la productividad y competitividad de este joven municipio cesarense, enclavado en la Sierra Nevada de Santa Marta, especialmente en la producción agropecuaria y turística, es importante que el Gobierno Departamental traslade ese entusiasmo a cristalizar con el alto Gobierno Nacional el trazado y la construcción de la variante de Los Contenedores para administrar y manejar el flujo vehicular que su dinámica exigirá en la medida de ser habilitada sus tramos entre el Cesar y La Guajira y finalmente Venezuela.
El Alcalde de Valledupar fue claro y oportuno al insistirle en agosto del año pasado al Gobernador del Cesar, la urgente necesidad de gestionar conjuntamente ante el Ministerio de Transporte este proyecto que está a punto de ser excluido de las prioridades viales regionales, porque no existe clamor ni reclamos de la dirigencia gubernamental, gremial y de los congresistas cesarenses y guajiros.
Justa razón tuvo y tiene el Alcalde de Valledupar con esta reclamación visionaria, porque con ello resolvería un problema complejo que afecta al Cesar y particularmente a Valledupar, teniendo en cuenta que el flujo vehicular de transporte pesado, de pasajeros y particulares en alto margen ya transitan por la vía Valledupar-Río Seco-San Juan del Cesar, y en efecto la congestión y accidentalidad comienzan a impactar negativamente ese trayecto, que con efectos graves generará colapso en el puente Hurtado sobre el río Guatapurí, las glorietas de ‘La Pilonera Mayor’ y ‘Pedazo de Acordeón’, generando un caos vehicular en las avenidas de Valledupar, que no están diseñadas ni trazadas de acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial para recibir semejante efecto tan negativo.
A estas alturas, cuando ya se cumplen cerca de dos años de gobierno de los actuales mandatarios y no se ven resultados de impacto en la región, además se avecina la Ley de Garantías por el proceso electoral de marzo y mayo del 2014, lo razonable es demostrar con hechos reales el principio de unidad que tanto pregonan el mandatario departamental y el Alcalde de Valledupar, y no ocurra lo contrario como sucedió en los últimos tres periodos gubernamentales cuando por celos e intereses no se concretaron las verdaderas obras de desarrollo que necesita la capital cesarense, que no recibe regalías y habita en ella el 50% de la población de todo el departamento, con alta población desplazada de otras regiones del país.