Premio Nobel de Literatura
El flamante premio Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, aseguró que el galardón no cambiará ni su escritura ni las posiciones políticas que han creado controversia en el pasado, al mencionar a Cuba y Venezuela como ejemplos de “retroceso” en América Latina.
“Yo no creo que vaya a cambiar con motivo de este premio, voy a seguir escribiendo sobre las cosas que más me estimulan”, declaró el escritor peruano. “Voy a seguir defendiendo pues las ideas que tengo a la defensa de la democracia, la defensa de la libertad, la defensa de la opción liberal, las críticas a toda forma de autoritarismo”.
En una conferencia de prensa en la que habló en español, inglés y francés, Vargas Llosa dijo que quiere ser recordado ante todo como un escritor, pero que en especial en América Latina hay muchos temas aún por resolver que le preocupan al escritor y que son parte de su experiencia humana.
“En Latinoamérica no hemos resuelto aún problemas básicos como la libertad, instituciones estables, tolerancia, coexistencia en la diversidad, seguimos teniendo de fondo en América Latina esta tradición atroz de autoritarismo y brutalidad en la política, por lo que es muy difícil para un escritor latinoamericano evadir la política y estos problemas, que van más allá de la política, son civiles, morales”, señaló el autor, quien lucía un impecable traje gris oscuro.
Al ofrecer un análisis de la región, Vargas Llosa dijo que “aunque hay muchas cosas que andan mal, hay muchas cosas que ahora andan mejor”.
“Hoy día tenemos muchas menos dictaduras en América Latina que en el pasado. Hoy día tenemos gobiernos de derecha y gobiernos de izquierda que son democráticos, eso es una gran novedad”, señaló.
Mencionó como ejemplo de los gobiernos democráticos de izquierda a Brasil y Uruguay, y de derecha a Perú, Chile y Colombia.
“Lo que representa un retroceso es que todavía tengamos Cuba, tengamos Venezuela”, agregó. “Mi impresión es que esa corriente, que es una corriente autoritaria, antidemocrática, es una corriente que está como de salida, que cada vez hay menos apoyo, menos respaldo popular como se acaba de ver por ejemplo en las elecciones venezolanas”.
Vargas Llosa calificó dichas elecciones legislativas, en las que el gobierno del presidente Hugo Chávez perdió la mayoría absoluta, como “un progreso de la democracia, en un país tan querido, tan importante históricamente como es Venezuela”.
Un premio para América Latina
La Academia Sueca indicó que premia a Vargas Llosa por “su cartografía de las estructuras de poder” y sus “mordaces” descripciones de la sublevación y la resistencia de los individuos.
El autor de libros como “La fiesta del Chivo”, “La ciudad y los perros” y “El pez en el agua”, dijo que cuando escribe, “las ideas políticas, la ideología, son siempre secundarias”, porque la literatura comprende una “gama más amplia de experiencias humanas”.
Pero Vargas Llosa afirmó que “la literatura es fundamental si queremos tener un futuro de libertad”, pues aseguró que “nada despierta tanto el espíritu crítico en una sociedad como la buena literatura”.
“Esa es la razón por la que todos los regímenes dictatoriales de cualquier índole lo primero que hacen es establecer censuras y tratan de controlar la vida literaria, porque ven en la vida literaria siempre las semillas de un peligro para el poder”, señaló.
Más temprano, Vargas Llosa había dicho que el premio es un reconocimiento a la literatura de América Latina y España, y en la rueda de prensa recalcó que América Latina poco a poco ha mostrado que también tiene artistas, músicos y novelistas que ofrecerle al mundo, cambiando la imagen de violencia y golpes de estado del pasado.
“Desde el principio he pensado que no me estaba premiando solamente a mí la Academia Sueca, sino que estaba premiando la lengua en la que escribo y la región de la que procedo”, dijo Vargas Llosa la mañana del jueves.
Orgullo peruano
Desde las primeras filas del auditorio, el ex presidente de su país, Alejandro Toledo, escuchó las palabras del escritor, a quien definió como “un amigo” del que sus compatriotas están “muy orgullosos”.
“Mario Vargas Llosa es tan peruano como la cancha y el ceviche”, dijo Toledo. “En la democracia están permitidos los puntos de vista distintos y él combina muy bien su pluma con su defensa de la democracia”.
Perú celebró como un acto de justicia el premio Nobel de Literatura concedido a su más afamado escritor, Mario Vargas Llosa.
“Mario Vargas Llosa con toda justicia, y hace mucho tiempo, merecía esta distinción universal que se entrega a los creadores, a los grandes intelectuales de la humanidad”, dijo el presidente Alan García.
“Y que sea un peruano que recibe este premio tan importante nos llena de alegría a todos, y estoy seguro que en todos los corazones del país hay un eco de gratitud y satisfacción para la figura de nuestro gran novelista”, agregó.
El Presidente destacó de Vargas Llosa su “preclara inteligencia”, su “voluntad libertaria y democrática” y dijo que era un “extraordinario creador del lenguaje” que incursionó en “todos los recovecos de la creación del lenguaje y de la comunicación”.
Habla su familia
Vargas Llosa dijo que aún se está recuperando de la sorpresa que recibió cuando un representante de la Academia Sueca lo llamó para darle la noticia a eso de las 5:30 am, cuando leía “El reino de este mundo” de Alejo Carpentier y preparaba una clase para la Universidad de Princeton.
Al respecto, su esposa Patricia dijo que se trató de la primera llamada que recibe a esas horas de la mañana a la que “no reaccionó mal”, pues traía buenas noticias.
“En realidad, en cuanto contesté el teléfono me dijeron que era la Academia Sueca, entonces pues algo me imaginé”, señaló sonriente.
El hijo mayor del escritor, el periodista Álvaro Vargas Llosa, expresó desde Washington al canal de televisión limeño Frecuencia Latina, el júbilo que embargaba a toda la familia.
“Le felicité mucho, me emocioné, luego le dije: ‘Nos hemos librado para siempre de la pregunta bendita de todos los años de porqué no le dan el Premio Nobel a Mario Vargas Llosa’. Nunca más habrá que contestar esa pregunta”, señaló.
Respecto al impacto de su trabajo, Vargas Llosa dijo esperar que tenga el mismo efecto en la vida de los lectores que tuvo en la suya el de escritores como Miguel de Cervantes y Gustave Flaubert. A los jóvenes escritores, a su vez, no quiso darles más consejo que el trabajar duro, sin descanso.
Sobre el Nobel
Nacido en Arequipa, Perú, en 1936, Vargas Llosa inició su vida en un entorno familiar que para la época era desalentador. De madre divorciada, en una sociedad peruana conservadora, conoció a su padre cuando cumplió 10 años y tuvo una difícil ruta en sus primeros años.
Su madre decidió viajar a Cochabamba, Bolivia, y en esa ciudad serrana hizo sus estudios básicos. A su retorno a Perú, en 1946, estudió en el colegio militar Leoncio Prado, lo que le marcó y sirvió de base para una de sus obras más famosas, “La ciudad y los perros” (1960), que alcanzó gran éxito internacional y le mereció el premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral.
Ha escrito más de 30 novelas, obras de teatro y ensayos, como “Conversación en la Catedral” y “La casa verde”. En 1995, fue homenajeado con el Premio Cervantes, el galardón literario más distinguido del mundo de habla española. Entre sus obras de teatro se cuentan “La señorita de Tacna”, “La Chunga” y “Katy y el hipopótamo”.
Vargas Llosa participó como candidato presidencial en las elecciones de 1990 y aparecía como favorito, pero fue derrotado sorpresivamente por las promesas populistas de Alberto Fujimori.
El 3 de noviembre publicará una nueva novela, “El sueño del celta” (Alfaguara), que indaga en la brutal colonización del Congo por parte del gobierno del rey Leopoldo II de Bélgica.