En el periodo del coronavirus, en esta sociedad globalizada, comunicada y angustiada, las actividades básicas como la alimentación, el cuidado de la salud y el cuerpo han visto desarrollo y práctica, con su espejo de superación en el ejercicio físico y de la mente, mediante hábitos de movimiento que favorecen la asimilación de los alimentos, el desarrollo corporal, el goce de la naturaleza exterior y la producción de endorfinas de placer.
Actividades deportivas como el ciclismo, que se hacen con distanciamiento social, tienen buen suceso. Se ven amigos del caballito de acero en vías y trochas, bajo modalidades de ruta o ciclo montañismo, o el recreativo familiar. La Alcaldía de Valledupar proyecta una ciclovía hasta Patillal.
Este es un momento, como excepcional e histórico, para ver el paisaje, gozar la madrugada y la salida del sol o hacer el paseo vespertino de su ocaso; también se descubrió más tranquilidad y paz en los campos, y las vías y caminos han mejorado, no solo en tierras planas.
Los proveedores de bicicletas y de los insumos han podido, en circunstancias de bajas ventas en casi todos los sectores, tener un mercado. En ciertas ciudades ha habido escasez y del Oriente vienen igual contenedores con tapabocas y bicicletas.
En la región, las ligas, conformadas por clubes, suelen desarrollar convenios con la Gobernación, a través de SerDeportes, que les aseguran recursos, los más significativos, y ciertos elementos para la realización de sus eventos, por parte del municipio. Son frecuentes su fragilidad organizacional y la lucha a su interior por poderes cada vez más disminuidos.
La liga de ciclismo no es la excepción. Las ligas, de cara a los próximos bolivarianos, deberán encontrar fortalecerse, no porque nuestros deportistas locales vayan a ser protagonistas, sino porque el deporte estará en el foco de la atención de todos.
Algunas disciplinas venidas a menos en el departamento, al saberse partícipes de las 27 que se desarrollarán en el evento internacional, y disponer de nuevos escenarios, podrán reeditarse.
Esa favorable coyuntura también nos alienta a proponer a directivos, aficionados y profesionales y practicantes de la actividad ciclística, y gobiernos, la realización de una vuelta o clásica del Cesar. Es, incluso, posible que se integre la vecina Guajira.
Esa vuelta del Cesar se realizaba en las primeras décadas del departamento, y servía de preparación para la vuelta a la costa Caribe. Dábamos grandes ‘pasistas’, velocistas de tierras planas.
La diferencia es que las vías recién construidas, que querrá darlas a conocer la Gobernación, en laderas y cimas de Sierra Nevada y Perijá -como la subida a Pueblo Bello que hoy recogemos en una crónica de ascenso-, facilitan un certamen de etapas planas y montañosas, que lo hace más completo y competitivo.
EL PILÓN que ha convocado ferias y foros, como los de vida saludable, movilidad y transporte, y gastronomía, extiende la invitación al departamento, los municipios y en general a los amigos del deporte, empresas y ciudadanía, para realizarse en julio, como abrebocas de los Juegos Bolivarianos 2022.