Carlos Alberto Cabrera Buelvas es un joven vallenato creador de la marca Carlos Cabrera Complements dedicada al diseño de complementos y accesorios que esperan ir un poco más allá de lo que el mercado oferta. Específicamente Carlos ofrece corbatines, pañuelos y bermudas para hombres.
Este administrador de Comercio Internacional cuenta que la idea de su marca se remonta al 2013. “Es una historia personal. Hace tres años yo vivía en la ciudad de Bogotá, una ciudad que ofrece un sinnúmero de posibilidades en general; siempre me he caracterizado por ser arriesgado en lo que a la moda respecta, o eso me dicen mis amigos, entonces en ese constante deseo de verme bien quise buscar una opción que me hiciera ver elegante y al mismo tiempo joven, lo que me hizo pensar en un corbatín”, recordó el vallenato.
Carlos recuerda que en el inicio fue una tarea bastante intensa en la que al final no obtuvo lo quería. “En mi búsqueda encontré lo mismo que siempre se ofrecía, yo quería algo más. Regresé a Valledupar, inicié una jornada de investigación que incluyó aprender a hacer corbatines y lo logré”, dijo.
Dispuesto a seguir sus sueños y encontrar algo que lo identificara y lo hiciera ver diferente, Carlos contactó a un amigo que tenía en Estados Unidos y encargó unas telas. “Fue así cuando empecé a hacer pañuelos estampados y de colores, así como también los corbatines para probar el recibimiento del mercado en mi ciudad natal”.
Este empresario asegura que su apoyo siempre lo ha encontrado primero en Dios, “su voluntad es la que se hace en mí; mi familia siempre me ha dado la mano en lo que he querido hacer, mis padres sin duda alguna se convirtieron en mis cómplices, mis hermanos siempre están ahí para ayudarme en lo que necesito, mis amigos también han sido pilar fundamental en todo esto”.
¿Dificultades?
Los tropiezos son comunes cuando se emprende un sueño, y para Carlos no fue la excepción. El joven empresario enumeró algunos que tuvo que padecer durante el comienzo de su marca:
1. El rechazo de algunos al no creer que es posible que se logre realizar un sueño y que no será un éxito por diversas razones “lógicas”; la lucha interna por el miedo al fracaso, en este punto es muy importante que te apoyes con alguien capacitado y con las personas que te quieren y que sean capaces de ser objetivas, porque sin duda alguna te dirán lo que necesitas escuchar.
2. La dificultad de conseguir los insumos que quería para la elaboración de los corbatines, los pañuelos y las bermudas.
3. El factor monetario porque soy independiente y el capital inicial debe ser propio.
Carlos asegura que a pesar de todas las dificultades es una persona que piensa que es mejor concentrarse en buscar la solución antes de quedarse en el problema.
Cabrera asegura que el éxito de sus productos va encaminado a muchos aspectos, empezando porque son pocos en Valledupar los que ofrecen lo que él ofrece; “los corbatines y los pañuelos como los ofrezco yo, son accesorios que normalmente los encuentras de estilo clásico. Mis diseños son distintivos, utilizo telas americanas con motivos únicos, asimismo hago solo máximo dos diseños por corbatín. Estoy seguro que al ver un corbatín mío lo reconocerían”, cuenta.
Su arma principal es la exclusividad y el estilo arriesgado; “a todos puede gustarle lo que hago pero no todos se atreverían a usarlo, yo me dirijo a quienes les gusta pero sienten temor a arriesgarse, quisiera incentivarlos a hacerlo, es una forma de tener una conexión con mis clientes”, dice Carlos Alberto.
¿Cómo es el proceso de elaboración?
Carlos es muy cuidadoso con los detalles y perfeccionista, dice que elaborar un corbatín le toma más o menos unas cuatro horas en las que inicia con la elección de las telas, siempre buscando que sean únicas, luego se sienta en su espacio para trabajar y ubica todos los implementos que necesita como tijeras, hilo, agujas, alfileres, metro, regla, y comienza a ubicar la tela con la que va a trabajar sobre la mesa y corta todas las piezas del corbatín. “Cuando tengo todas las piezas, armo, plancho y coso a mano el corbatín. Lo último que hago es la cinta con la que se amarra en el cuello que la debo coser a máquina”.
Carlos afirma que está trabajando duro para alcanzar el éxito. “No pienso detenerme y quiero seguir siendo innovador de alguna forma. Eso lo lograré con Dios de mi lado y con el apoyo de todas las personas que me quieren, suena a cliché, pero es así”.
El consejo que Carlos les deja a los jóvenes que quieren emprender el mundo de los negocios innovadores: “Nuestra generación ha sido una generación que ha tenido que enfrentar cambios y sucesos importantes de la historia de la humanidad; siento que ha hecho de nuestra esencia algo especial, entonces yo les aconsejo que trabajen con disciplina, entusiasmo y dedicación, podemos enfrentar lo que nos ponga el camino y conseguiremos pasar cualquier obstáculo; nada es fácil y si es fácil se volverá difícil; podemos lograr lo que nos propongamos”.
Por Sara Maestre Diaz-Granados