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Vallenato apropiémonos de nuestra ciudad

Y ADEMAS

 

Por: ALBERTO HERAZO PALMERA

Uno  de   los fenómenos  que más afectan a nuestra tierra  en forma  negativa es  el desarrollo, que  hoy en día  da cuenta de  que ha  esta  ciudad ya no la conocemos.
Hay muchas personas que no podrán dar razón de nada distinto a la cuadra que viven, y  aún así lo harían a  duras penas; la mayoría de los habitantes   han sido obligados  a encerrarse  en conjuntos cerrados, esa detestable  modalidad  urbanística  que la inseguridad  puso  de  moda y  cuyo  nombre “Conjunto Cerrado”  ya nos da la idea  del aislamiento  en que viven.
Lo cierto es que a Valledupar le hace inmensa falta ser promocionada entre sus propios hijos. A esta ciudad le sobran lugares hermosos, dignos de ser admirados y disfrutados por propios y visitantes. Sorprende… sí, como hemos comprobado que estos últimos conocen a Valledupar mejor que los primeros. Precisamente señores vallenatos, conocer esta tierra es requisito ineludible para poder comprenderla y quererla. Recordemos que por no hacerlo fue que perdimos uno  de los sitios más bellos, como lo fue el Parque de La Vallenata, hoy cedido a la Universidad Popular del Cesar y que ojalá haga merito de ello.
Visitar, por ejemplo, la margen del Río Guatapurí es casi obligatorio para propios y extraños… que belleza, por eso le pido a los vallenatos que nos apropiemos de nuestra ciudad y la hagamos conocer.
Aprovecho esta columna para decir también que no sólo tenemos que alardear de las cosas buenas de Valledupar, también las hay malas. Por ejemplo, a los no pocos desafueros que a diario se están denunciando le podemos agregar otro escandaloso y delictuoso, por decir no menos: Niños y niñas entre 5 y 12 años de edad, son alquilados para que, por determinada tarifa, pidan limosna con destino a terceras personas, que tiene bien montado el condenable negocio y trasladan algunas cuotas del “producto” a los padres de los menores, generalmente ocupados en oficios pocos lucrativos.

Los padres a todas luces desconsiderados, se procuran para sí algunas sumas adicionales, pero los infantes tienen que abandonar sus estudios primarios para dedicarse al turbio oficio con que los explotan.
El negocio, como lo tengo entendido, impone la participación de otros terceros que se toman la libertad de “alquilar” algunos sitios de la ciudad, entre esquinas, parques para que allí los menores utilizados pidan la respectiva “colaboración”.
Se ha conformado o viene funcionando hace rato un verdadero cartel de aprovechadores de los niños, que están creando una nueva y condenable lacra social.
Denunciados estos hechos, ir a la plaza Alfonso López de noches o a otros lugares de la ciudad, a cuya sombra los menores se hallan expuestos a todos los peligros y riesgos, lo que menos puede pedirse y esperarse es que la Policía, que viene realizando una gran labor en la ciudad, tome las medidas más severas en el problema y proceda con la mayor prontitud a ponerle decidido remedio, y que la ciudadanía también colabore para evitar esta triste explotación infantil.

Gracias Señor Alcalde

El viernes de la semana pasada, a raíz del día del maestro y la remodelación del edificio donde funciona la Secretaría de Educación recibí en unión de un distinguido grupo de docentes y personalidades por parte del alcalde, Luis Fabián Fernández; la Secretaria de Educación, mi distinguida comadre Mercedes Cadena, la medalla “María Concepción Loperena”, categoría insignia. Muchas gracias señores.
Alcalde y Meche por este gesto de reconocimiento a mi labor como ciudadano, gesto noble de parte de ustedes que llevaré con mucho orgullo. Gracias mil.
En la próxima columna comentare este acto.

SE COMETAN EN LAS TERTULIAS

Que estamos en el momento de las adhesiones  políticas. Los distintos candidatos reciben el respaldo de uno y otros sectores, y hay que anotar que más de una sorpresa se ha presentado en este aspecto. Se comenta… que ahora a los candidatos les queda más fácil ofrecer inseguridad, serrucho y desempleo, más que seguridad, moralidad y empleo. Por qué?.  Porque al fin y al cabo, es ese mundo de desempleados los que de una manera u otra conforman ese ejército de delincuencia que tiene que rebuscarse la forma de sobrevivir. Se comenta, igualmente, que la gravedad del momento exige una prensa responsable y una radio mesurada. Que asuman a plenitud sus compromisos con el provenir de nuestra región y no se extravié en el fanatismo sin mañana o en la miopía de las interpretaciones subjetivas. Por eso se pide a todos los periodistas para que practiquen el periodismo serio, responsable y de buena fé.

POSTADA: por motivos personales esta columna no aparecerá por algunas semanas.

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