Ser mujer, desde siempre, ha sido sinónimo de mantener una constante lucha en contra de la invisibilización, discriminación, racismo, desigualdad, estereotipos, estigmas, y demás tópicos sociales, sin embargo, con el paso de los años han demostrado su berraquera y empoderamiento, lo cual les ha permitido marcar la historia.
Marzo simboliza un mes femenino, ya que el 8 es el Día Internacional de la Mujer, una fecha que dignifica, reivindica y especialmente recuerda con admiración y gratitud a todas aquellas que lucharon, exigieron y transformaron el mundo por conseguir la igualdad de género en todas las facetas.
Si bien es cierto, todavía nos falta mucho por recorrer para conseguir una verdadera igualdad de género, no podemos negar todo lo que las mujeres han recorrido y avanzado en la historia.
EN LA FUERZA ARMADA
Las mujeres se han destacado en varios escenarios y la Fuerza Armada no ha sido la excepción. La capitana de corbeta María Ángela Fuentes, con 20 años de servicio en la Fuerza Armada de Colombia, se convirtió, el pasado mes de noviembre, en la primera mujer en la historia del país en ocupar el primer puesto en el curso de Estado Mayor, que anteriormente era ocupado por hombres.
La mujer vallenata fue graduada de honor y es un orgullo para la ciudad, el departamento y de todo el territorio nacional, tras marcar la historia de Colombia.
“El curso que yo hice ese año es uno de los más importantes, porque lo prepara a uno para ejercer cargos de liderazgo en unidades de tierra, de mar y de aire”, afirmó la mujer vallenata.
TRANSPORTANDO PEDIDOS EN MOTOS
Típicamente, cuando se piensa en los trabajos generados en el sector del transporte y la mensajería, lo primero que se viene a la cabeza son los hombres. Cuesta imaginar a una mujer en estas ocupaciones tradicionalmente consideradas como “masculinas”, a pesar de que las mujeres entran cada día con más fuerza al mercado laboral remunerado.
Yalidis Silva, una vallenata, auxiliar contable y estudiante de octavo semestre de Contaduría Pública, de 33 años de edad, es el vivo ejemplo de que las mujeres pueden dedicarse a la mensajería.
“Debido a la escasez de trabajo en Valledupar, un día, hace 8 años, decidí contactarme con una empresa de domicilios y arranqué en mi moto a emprender este oficio. Ha sido una experiencia muy bonita, aunque inicialmente fue muy difícil”, contó Silva.
EMPODERAMIENTO DE LA MUJER ARHUACA
Ser mujer e indígena, en ocasiones, es una lucha imparable contra la esencia de los pueblos que las representan, no obstante, Alejandra Izquierdo Cujar ha resaltado en su comunidad y en el mundo debido a sus agigantados pasos.
EL PILÓN dialogó con Izquierdo, la mujer arhuaca madre de tres hijos que a lo largo del tiempo ha promovido diferentes proyectos de impacto social y cultural en los sectores públicos y privados, en temas orientados a las mujeres, los niños, la equidad de género y el comercio justo a través de la agricultura orgánica.
“Actualmente soy la directora de la ‘Fundación para el Desarrollo Socio-cultural de las Comunidades Indígenas, Campesinas, Jóvenes y Madres Cabeza de Familia, Alma y Huella’; donde mi principal aporte es el diseño y la implementación de un modelo de intervención comunitaria para el empoderamiento de las mujeres indígenas arhuacas caficultoras en la comunidad Jewrwa, desde el análisis de la gestión intergubernamental de políticas públicas en Colombia”, describió.
Adicionalmente, se desempeña como profesional social del Ministerio del Interior, en la Dirección de Asuntos Étnicos de Colombia, y ha sido invitada a diferentes eventos nacionales e internacionales, uno de ellos, el Congreso Specialty Coffee Association of America.
LIDERANDO EMPRESA Y GENERANDO EMPLEO
Por otra parte, EL PILÓN conoció la historia de Martha Dangond, quien funge como gerente y dueña de la empresa de mensajería Línea Express, la cual lleva en el mercado 7 años. “Ha sido una experiencia bastante ardua y difícil porque trabajar en este gremio en el que el 98 % son hombres no es fácil. Contamos con cerca de 45 mensajeros, de los cuales, 2 son mujeres”, acotó.
Y añadió que esta empresa es uno de los tantos retos que se propuso y logró; de igual manera, señaló que “como mujer es muy gratificante porque ayuda a muchas familias, ya que todos los días los mensajeros pueden llevar un sustento a sus casas”.
Estas son solo algunas de las tantas mujeres berracas, empoderadas y fuertes que tiene Valledupar.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN