Tras pasar fin de año en Barranquilla y con la ilusión de volver a su ciudad natal, Valledupar, la joven de 23 años, Alba Romero Saltarén y su madre emprendieron su viaje de regreso con la empresa de transporte Copetran Ltda, el cual no resultó ser tan tranquilo como esperaban. Romero señaló que el pasado 3 de enero, al estar en el interior del bus, fue víctima de maltrato verbal y psicológico por parte de uno de los trabajadores de la empresa.
Según contó la querellante, se subió al bus con su madre y sus dos perros (un pinscher y uno ‘criollo’), animales que están certificados por un profesional de la salud mental como “soportes emocionales” de la joven, toda vez que es paciente diagnosticada con depresión y ansiedad, por lo que sus mascotas hacen parte del tratamiento psicológico. Según expertos, estas terapias están ampliamente reconocidas y pueden tener efectos muy positivos en las personas con diferentes tipos de dificultad mental.
“Soy una persona que sufre de ansiedad y depresión, por lo que mis perritos son mi apoyo emocional; yo tengo los papeles que lo pueden validar y están firmados por un psicólogo que se encuentra certificado en el Colegio Colombiano de Psicólogos. Yo venía con mis perros en las piernas, ellos venían en sus guacales, y un colaborador, no el chofer, nos maltrató psicológica y verbalmente a mi mamá y a mí. Constantemente nos amenazó con llevarse a los perros a la bodega, y de manera respetuosa le dije que tenía los certificados de apoyo emocional, pero nunca los quiso ver. No me permitía ni darles agua”, sostuvo Alba Romero.
Tras continuar con su relato, la joven señaló al diario EL PILÓN que en ese momento ‘entró’ en una crisis nerviosa y de ansiedad por lo que terminó autolesionándose en las manos. “Empecé a llorar al verme sometida a esa amenaza e imaginarme que se los iban a llevar a la bodega, esa situación me hizo entrar en un shock emocional horrible. Ese trabajador no quiso ver los papeles para darse cuenta de lo que significan los perros para nosotras; decía que nos iba a bajar del bus aun cuando nosotras pagamos nuestros pasajes, no entiendo, ¿pagamos un pasaje para que nos maltraten en los viajes?”.
Romero comentó, con un tono triste, que teme volver a subirse a un bus y pasar por la misma situación. Los expertos en el tema aseguraron que estos episodios generan traumas en las personas, por lo que ahora la joven suma un reto más que debe trabajar diariamente en superar.
“La depresión y ansiedad son padecimientos emocionales, parte de ello implica una desconexión con el entorno social y consigo mismos, que produce entre otras cosas, desesperanza hacia la vida y su trayecto y miedos frecuentes a ser dañados y afectados. Si alguien vulnera una persona en esta condición es como pasar una lija por una herida que está en proceso de sanación, es decir, puede devolver lo que la persona ha adelantado para mejorar y puede provocar más traumatismo”, explicó el psicólogo clínico y magíster en psicoterapia, Eduardo Linares.
“¿QUÉ TIPO DE PERSONAS CONTRATAN EN LAS EMPRESAS?”
La querellante con su denuncia espera que sean mucho más minuciosos los filtros de contratación que se tienen en las empresas, es decir, que las pruebas psicológicas y de atención al cliente a las que deben ser sometidos los aspirantes sean más rigurosas para evitar que los trabajadores presten un mal servicio que dañe el nombre de la misma.
“Esta persona estuvo peleando todo el tiempo con otros pasajeros por cualquier motivo, claramente él no tiene una sensibilización sobre la salud mental de las personas y además de eso no tiene buena atención al cliente, lo cual es fundamental, la razón de ser de estas empresas son sus clientes. ¿Qué tipo de personas contratan en estas empresas? No tienen trato humanizado, ¿quién contrata a las personas de estas empresas? ¿No hacen evaluaciones psicológicas a los trabajadores? ¿No les brindan cursos de atención al cliente?”, acotó.
Ante este hecho, EL PILÓN se comunicó con el gerente regional de Copetran Ltda, Luis Fernando Reyes, quien manifestó que los filtros de contratación se hacen en la ciudad de Bucaramanga y están enfocados en aspectos psicológicos, morales, el estudio de la hoja de vida, la experiencia, el conocimiento en transporte, el manejo defensivo y además, unos cursos que exige el Ministerio de Transporte. En ese mismo sentido, advirtió que se iniciará una investigación para conocer las razones que llevaron al trabajador a actuar y proceder de esa manera.
“Nosotros como empresa, desde ningún punto de vista, apoyamos que nuestros usuarios sean maltratados. Seguiremos velando por la seguridad, bienestar y tranquilidad de nuestros usuarios”, concluyó. Añadiendo que la empresa cuenta con unas políticas relacionadas al viaje de mascotas, sin embargo, afirmó que hay casos excepcionales.
SEAMOS MÁS SENSIBLES CON EL TRATO
No está demás repetir que la salud mental no es un juego, y que las empresas prestadoras de servicios deben velar para que los derechos de sus usuarios no sean vulnerados. Actualmente atravesamos por una emergencia sanitaria que ha aumentado desenfrenadamente los niveles y las cifras de personas que padecen algún problema emocional y mental.
“Para las empresas queda claro que se requiere que eduquen e informen a su personal y trabajen en sensibilizar al mismo para que no les sea extraño encontrarse con personas con estas necesidades”, finalizó el magíster en psicoterapia.
Debemos tener en cuenta que a simple vista no sabemos quienes pueden estar luchando contra sus dificultades mentales o psicológicas, por tanto, desde esta casa editorial hacemos un llamado a todas las personas para que respetemos y seamos más sensibles con el trato que le damos a las personas. ¡Hay quienes diariamente se levantan a continuar una guerra con su propia mente!
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN