En los próximos días se escogerá la firma consultora encargada de recibir y estudiar los diseños para la construcción del Centro de la Cultura de la Música Vallenata, así lo anunció el gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco, en el evento de celebración del natalicio del maestro Rafael Escalona Martínez.
El Gobernador resaltó que es importante seguir promoviendo estos actos sobre Escalona debido a que las nuevas generaciones deben conocer las raíces culturales y tener acceso a la memoria del folclor vallenato que con la creación del Centro de Cultura de la Música Vallenata se protegerá.
Los asistentes reunidos en la Plazoleta de la Gobernación, disfrutaron de un concierto promovido por la Fundación Rafael Calixto Escalona Martínez, en el que primaron los acordes ejecutados por la Sinfónica de Cuerdas de Bogotá dirigida por el maestro Luis Galindo que mezclados con la melodía de los acordeones ofrecieron un espectáculo inolvidable a las personas que asistieron al mismo.
La presidenta de la Fundación Rafael Calixto Escalona Martínez, Taryn Escalona manifestó que “después de cinco años, mi padre está más presente que nunca porque es inmortal y nosotros sus hijos tenemos la responsabilidad de perpetuar su legado debido a que las nuevas generaciones deben conocer la obra de Escalona y lo grande que fue para el vallenato”.
Al finalizar el concierto, Félix Carrillo, representante de Sayco dijo “Es un evento destacado en el cual se rinde homenaje al maestro Escalona un gran autor de la música vallenata a quien se le debe mucho sobre todo el sitial en que se ubica el vallenato en la actualidad, es decir, es un pilar de nuestra música”.
“Valledupar es un polo cultural importante porque todo lo que ha conquistado es con base en los acordeones, las canciones y los cantores y esa es nuestra mayor riqueza” dijo.
El periodista y escritor Rafael Oñate Rivero, presente también en el acto señaló que “es un gran referente este tipo de eventos para que nuestros juglares con las tradiciones que ellos nos transmitieron se mantengan en la mente de nuevas generaciones, indiscutiblemente invitar al pueblo vallenato a que se reencuentre con la obra de Escalona tiene un mérito sustancial”.
“Esto es lo que nos va dar la oportunidad de utilizar las herramientas que el Ministerio de Cultura nos dio para la recuperación del vallenato como patrimonio histórico e inmaterial de la nación el cual nace en la Región Caribe colombiana”, agregó.
Como experto en el tema, Jorge Oñate expresó que esta combinación de sinfónica y vallenato es una muestra de que lo vernáculo se puede interpretar en diferentes formas sin perder la esencia del vallenato. “Esto demuestra que la raíz que sembraron nuestro juglares sigue vigente y que el pueblo quiere que éstos sean escuchados y valorados en su máximo esplendor”.
De igual forma, el directivo de la Fundación Festival de la Leyenda vallenata, Efraín ‘El Mono’ Quintero, manifestó que “ este acto de conmemoración del natalicio y quinto año aniversario de la muerte del maestro Escalona revierte una importancia cultural y musical de gran magnitud pues permite que a través de la inclusión de la sinfónica, el vallenato camine mucho más dentro de lo que es la academia, pues hay que invitar a los ciudadanos a que estudien, aprendan los instrumentos para seguir haciendo cosas maravillosas a las ya realizadas”.
“La gente está ansiosa de ver este tipo de espectáculos en Valledupar no solamente el acordeón pues aquí hay oído para muchas clases de música pues el gusto por el arte es universal”, enfatizó ‘El Mono’ Quintero.
Clásicos de Escalona como La historia, La Vieja Sara, Onda Herida, El Pirata del Loperena, la Casa en el Aire, El Testamento, La Creciente del Cesar, La Brasilera, El Arco Iris, El Almirante Padilla, entre otras fueron interpretados por los artistas Eliana Gnecco, Jean Carlos Centeno, Jorgito Celedón e Iván Villazón.
Al final los artistas que engalanaron la noche interpretaron al unísono la inolvidable Jaime Molina, despertando la emoción del público asistente que complacido le agradeció con aplausos por una noche llena de música y recuerdos.
Por Ximena Becerra Guerra