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Valledupar sostenible

Por un momento me llené de alegría, al ver tanto alcalde hablando de ciudades sostenibles, sin embargo, ésta duro poco, al encontrar que tanta efusividad es producto de una exitosa campaña de visibilización al programa “ciudades sostenibles” de FINDETER -DNP- BID; y no de la situación territorial. Es frecuente observar que temas como el tratamiento de vertimientos urbanos, manejo de residuos sólidos, corredores de conservación en ecosistemas estratégicos; no aparezcan, ni son prioridad en las iniciativas de planes de desarrollo.

Según el referenciado programa, se entiende la ciudad sostenible como aquella que ofrece una alta calidad de vida a sus habitantes, que reduce sus impactos sobre el medio natural y que cuenta con un gobierno local con capacidad fiscal y administrativo para mantener su crecimiento económico y para llevar a cabo sus funciones urbanas con una amplia participación ciudadana.

Para que una ciudad sea sostenible entre otras cosas, debe equilibrar lo que consume y lo que desecha, siendo primordial un entorno urbano productivamente limpio. Que sea productivamente limpio, exige responsabilidad en el manejo y control de los residuos que genera. Me pregunto ¿podemos hablar de ciudades sostenibles en Colombia, donde, de 1.102 municipios, 1.050 carecen de sistemas eficientes de tratamiento de aguas residuales? Es un largo camino que exige pasar del marketing a la realidad territorial. Ojalá los planes de acciones realizados por Findeter (para algunos centros urbanos) sean incluidos de manera prioritaria en los nuevos planes de desarrollo.

Valledupar no ha sido ajena a esta onda nacional y cuenta con un plan de acción, lanzado el año anterior. Lo mínimo que se espera es que el nuevo gobierno municipal lo considere dentro de su agenda de pública.

De otro lado, así Valledupar logre tener un sistema de movilidad bajo en carbono y arquitectura verde (entre otros elementos), no logrará ser sostenible sí no es responsable en el manejo de sus residuos y consumo de recursos naturales. En este aspecto me refiero a la contaminación del río Cesar como factor de desequilibrio hídrico con alcance regional (elemento que sería básico para la futura agrópolis); y al consumo no ordenado del agua en el río Guatapurí.

Aunque lo ha planteado en algunos escenarios, reiteró una invitación al nuevo alcalde para que el tratamiento de las aguas residuales de la ciudad, sea un elemento estratégico a Gerenciar durante el cuatrienio. Es imperante que la ciudad reduzca la presión sobre el río Cesar.

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Roberto Carlos Núñez Vega: