La congregación de la Virgen del Rosario, con su atuendo tradicional, representaron ayer el Milagro de la Virgen, fundamento de la Leyenda Vallenata, en la Plaza Alfonso López y en la catedral Nuestra Señora del Rosario.
Turistas y feligreses acudieron a ver la tradicional representación, que representa el milagro de la Virgen del Rosario, que salvó a los españoles y a los indios, de un envenenamiento masivo originado por los nativos.
La historia de la Leyenda
Hace más de 500 años, cuando llegaron los españoles a la región y se apoderaron de las tierras y de las riquezas de los indígenas que por esa época las habitaban y tomando a las indias como esclavas, cuenta la historia, que había una india llamada Francisca quien era la cacica y la tenían para el servicio de los españoles.
Francisca, sensual y bella y por su linda cabellara, despierta celos en la esposa del portugués, que sospecha que entre ésta y aquel existen relaciones amorosas y quien llevada de celos, maltrata y azota a la india y en presencia del resto de la servidumbre le corta los cabellos, perpetrando de este modo grave ofensa y humillación a la nativa.
Un indiecito tupe de nombre Antoñuelo, burlando la vigilancia, logra escapar y acude al cacique de los tupes, Coroponiaimo, informándole de este incidente. El Cacique monta en ira, comunica lo sucedido al resto de la tribu y convoca una reunión con participación de sus aliados, entre otros, el Cacique Coroniaimo, y allí, previas deliberaciones, se toman decisiones de ataque contra los españoles para vengar la ofensa.
La aparición de la Virgen
Según refiere la leyenda, en el momento de la tropelía surge de entre el humo y las llamas la figura deslumbrante y de tierno mirar de una hermosa mujer, que recoge en su manto las flechas encendidas de los indios, evitando de ese modo la destrucción del templo y mayores proporciones de la mortandad.
Ante el prodigio de esta aparición, los indígenas huyen despavoridos buscando refugiarse en sus dominios; pero no es fácil ni tranquila su fuga porque el europeo ha reaccionado violento, iniciando una persecución de exterminio bajo el mando del Capitán Antonio Suárez De Flórez, manco y valiente conductor de la Guardia Española.
Mientras los indios libraban la batalla de a pie, los españoles la emprendieron contra ellos debidamente montados a caballo. Esto permitió que remontando las sabanas de Sicarare, llamadas posteriormente “Del Milagro”, les dieran alcance en la laguna del mismo nombre.
Como los indios sabían que de llegar los soldados a este punto estarían agotados y vencidos por la sed, procedieron a envenenar las aguas de la laguna con barbasco, el cual les produciría una intoxicación inmediata y la pérdida de todas sus fuerzas. En esas condiciones, fácil le sería al nativo dar muerte y vencer a sus seguidores. Pero, ¡He aquí lo inesperado! Nuevamente aparece la figura hermosa de la mujer que surgió en el Templo, que ya los indios conocían, y con un báculo en su mano, uno por uno, iba tocando a los envenenados y uno por uno volvían a la vida. Se había operado el gran milagro.*
*Tomado del Libro La Historia de la Leyenda Vallenata, de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.