Este primero de octubre Valledupar se unió a la ‘nueva normalidad’ y, bajo protocolos de bioseguridad, permitió la apertura de la mayoría de los sectores económicos. A la par, la ciudad también inicia un proceso de recuperación de la empleabilidad que ya mostró los primeros resultados positivos en agosto.
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Y es que durante casi siete meses, desde el primer positivo para covid-19 y la declaración de la cuarentena estricta, en la capital del Cesar desaparecieron alrededor de 37.178 empleos, según lo reportado por el Dane.
Como una escalera, desde enero la gráfica de desempleados no dejó de crecer hasta llegar a su pico más alto el pasado mes de julio, cuando marcó un 24,3 %. En agosto, gracias la gradual reactivación, el desempleo descendió hasta el 24 %, sin embargo, sigue siendo una cifra preocupante.
Cuando en campaña, el alcalde Mello Castro se comprometió a crear 10.000 empleos en la ciudad nadie esperaba una cuarentena tan estricta y extensa. Ahora el desafío es mayor: recuperar 37.178 empleos. Desde los empresarios, las recomendaciones varían en detalles pero el centro es el mismo: inyección de recursos y armonía entre lo público y privado.
UNA LUZ EN EL CAMINO
En el caso del sector agropecuario, consideran que la inversión pospandemia debe centrarse en la energía y la conectividad. En ese sentido, con la entrada de un nuevo operador de energía eléctrica en el Cesar esperan que las condiciones del sector rural mejoren.
“Vienen nuevos desafíos y necesitamos aprender a convivir con esto. El sector agropecuario demostró lo esencial que es, por eso esperamos que vengan políticas de energía para las zonas rurales, lo que permitiría el desarrollo agroindustrial. La agropecuario necesita industrializarse para producir eficientemente, pero eso es imposible sin las condiciones de energía, sin precios accesibles”, comentó Edgardo Oñate, empresario del sector agropecuario.
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Desde la Alcaldía Municipal han señalado que el sector agropecuario será clave en la recuperación. “Vamos paso a paso, los efectos de la pandemia han causado una recesión económica en la ciudad, que de por sí ya venía golpeada. Recuperar la confianza inversionista no será fácil en el corto plazo, lo que sí podemos hacer es empezar a generar espacios competitivos, en especial el agro”, aseguraba José Fuentes, asesor económico del municipio. Para iniciar ese proceso, la Alcaldía firmó un convenio con el Centro de Desarrollo Tecnológico ganadero para intervenir vías terciarias de la ciudad.
SOBRE LO CONSTRUIDO
Aunque se habla de recuperar las cifras de empleabilidad previas a la pandemia, es importante recordar que en ese contexto Valledupar era la cuarta ciudad con los porcentajes más altos de desocupados, no obstante, las cifras se mantenían entre 15 y 16 puntos porcentuales. Por la pandemia, la tasa superó el 24 %.
En las circunstancias actuales un 16 % en la tasa de desempleo sería un resultado recomendado, digno de celebrar. No obstante, para retornar a esa cifra, según el Dane, sería necesario que el número de ocupados ascendiera a 168.000 vallenatos. El reto es mayúsculo porque en agosto, según la muestra, solo 128.876 personas aseguraron tener alguna ocupación.
Para dar los primeros pasos en el largo camino de la recuperación, el gremio de la construcción será fundamental, aseguran. Esta apreciación la apoyan asegurando que no fue casualidad que durante el boom de la construcción, Valledupar haya registrado las cifras más bajas de desempleo de las últimas dos décadas.
“No es una relación fortuita, porque para la construcción de una vivienda en promedio se generan 2,3 empleos directos y de 4 a 5 empleos indirectos, y en Valledupar nuestra oferta de vivienda está en 1.100 unidades. Ahora están muchos empresarios concluyendo sus proyectos, pero no nos podemos quedar solo con esos que ya venían, necesitamos generar nuevas iniciativas”, señaló Hernán Felipe Araujo, gerente de Camacol- Cesar. Lo cierto es que la construcción necesita de la ayuda oficial, de allí que celebren la confirmación de subsidios para la compra de vivienda.
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No obstante, para que una familia proyecte acceder a vivienda nueva es necesario recuperar la producción, asegura Rafael Santodomingo, gerente de Cementos Vallenato.
“En el caso de nuestro sector es necesario que la gente empiece a producir y se reactive la demanda, que circule el dinero, haya confianza, y las personas empiecen a renovar sus casas”, comentó el líder gremial.
Santodomingo agrega que otro punto clave es la participación del sector público. “Apostarle a la inyección de recursos públicos, carreteras, puentes, colegios, a la infraestructura que permite el desarrollo. Normalmente el departamento tiene recursos de regalías en los bancos sin usar. Hay que agilizar esa inversión…”.
PAUSA…
Sin olvidar la preocupación de un segundo pico de contagios de covid-19, este primero de octubre terminaron siete meses de parálisis gradual para miles de empresarios vallenatos.
Según la Cámara de Comercio, el tejido empresarial de la ciudad lo conforman 16.721 establecimientos. Con el mayor aporte, el 45 % pertenece al sector comercio. El Dane ratifica esa cifra señalando que también son los mayores generadores de empleo en Valledupar. Los otros sectores con más establecimientos son el transporte y los servicios de comida. De allí que se espere que junto a la construcción, sean los protagonistas de la reactivación económica. El problema es que los números están en rojo.
Durante la pandemia, el 75 % de los comerciantes reportaron pérdidas, según cifras de la Cámara de Comercio. Saldo negativo que concuerda con las voces de diferentes gremios que identifican la falta de liquidez como el principal enemigo para regresar a la actividad económica. Por eso, se ha pedido a las autoridades municipales plazos para el pago de las responsabilidades tributarias.
Pero, ¿qué otras opciones hay para salvar a los sobrevivientes y recuperar lo perdido? “Gestionando recursos desde el Gobierno central para iniciar inversiones en bienes públicos de mediano y gran impacto, especialmente en el sector agropecuario: distritos de riego, vías terciarias, centros de acopios, electrificación y educación rural. No es una medida de corto plazo, pero eso generaría una sinergia en diversos sectores como construcción, comercio, servicios, etc. Y además serían soluciones a problemas estructurales, no pañitos de agua tibia”, argumenta Arístides López, presidente del Comité Intergremial del Cesar.
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Toda esa inversión local deberá tener enfoques especiales hacia las mujeres, los jóvenes y la informalidad. En el primer caso, está demostrado que el desempleo golpea con más fuerza al género femenino. Según el Dane, el grupo de mujeres entre los 25 y 54 años presentó la mayor reducción de la población ocupada a nivel nacional con 994 mil menos.
En segundo lugar, es preocupante que el desempleo juvenil en Valledupar alcanzara la cifra récord del 36,1 %. Y por último, es imposible el desarrollo sostenido de una economía como la de Valledupar donde el 58,6 % de los trabajadores están en la informalidad, sobreviviendo del “rebusque”, aún más cuando la pandemia ha implicado cierres extensos.
Por Deivis Caro
defancaro1392@gmail.com