La resiliencia es la capacidad de sobreponerse a circunstancias adversas, concepto que aplicado a las ciudades consiste en la capacidad para prepararse, resistir y recuperarse frente a una crisis. Es un término que se aplica tanto a personas, como a comunidades, ecosistemas naturales o ciudades.
Es un término que toma auge en el país, que hoy se aplica a la zona urbana, desde una perspectiva ecológica, en el entendido que una ciudad es un ecosistema, es decir, “sistemas habitados por seres vivos, principalmente seres humanos, en los que existe una serie de flujos metabólicos de intercambio de materiales, energía e información dentro del propio sistema y con su entorno”, según explican los expertos en el tema.
Es este camino el que comienza a recorrer Valledupar para usar sus capacidades y convertir sus debilidades en fortalezas o potencialidades. Este concepto tomará más importancia a partir de hoy y hasta el 24 de septiembre, cuando se desarrollará la Semana de la Resiliencia para conservar y proteger el medio ambiente.
Es una tendencia mundial la aplicación del concepto de ciudades resilientes, porque las afectaciones por desastres naturales, la crisis de agua potable y transporte, energía y comunicaciones son comunes cada vez más, casi que problemas transversales en todas las sociedades.
Por eso en esta semana, la administración municipal hablará de estrategias que llevarán a Valledupar por ese camino, que a muchos ciudadanos les sonará extraño o poco convencional, como el uso de la bicicleta como medio transporte urbano que contribuye a la reducción de los niveles de contaminación ambiental, la generación de energías alternativas a partir de los altos niveles de radiación en Valledupar y la puesta en marcha de un Plan de Arbolado Urbano que aporte a la reducción de los gases de efecto invernadero.
Es una buena oportunidad para que los habitantes de Valledupar conozcan más del tema y analicen cómo cada persona puede aportar para tener una ciudad resiliente.
Existen muchos factores para que una ciudad sea resiliente, Valledupar tiene varios, pero debe adoptar unos y fortalecer otros. Agricultura apoyada por la comunidad, ciudades caminables, redes de comunicación, biomimetismo (diseño inspirado en la naturaleza), el impacto de las inversiones, biocombustibles, presupuestos participativos, sistemas públicos de bicicletas, resiliencia social y vías de tránsito rápido, son entre otros algunos aspectos que necesita una ciudad para sobreponerse a las crisis, de acuerdo con estudios. Valledupar camina en ese sentido.