Para alzar sus voces en defensa de los derechos de los animales y la conservación del medio ambiente, un grupo de ambientalistas marcharán este domingo por las calles de Valledupar. La cita es a las 9:00 a.m. en la glorieta Pedazo de Acordeón para recorrer varias calles hasta llegar al parque de El Helado.
“La manifestación es para reclamar una tenencia responsable de los animales y gritar un no rotundo al maltrato animal. Los derechos que más se le infringen a los animales son: no darle la atención adecuada cuando están enfermos y el hecho de optar por tirarlos a las calles ante esta situación; no esterilizar a perros y gatos, lo que esta sobrepoblando la ciudad, y tener animales en condiciones precarias. Hay animales que tienen sus propietarios pero los amarran al sol o no le dan comida a tiempo; es una realidad muy triste”, afirmó Mariel Serrano Velásquez, presidenta de la fundación Tu Voz Animal.
El llamado que los ambientalistas extienden es que las personas que tienen mascotas deben tratarlas con consideración, recordando que tener mascotas es tener un miembro más de la familia, que requiere plan de vacunación, atención médica y la atención de todas sus necesidades.
“Tener una mascota es una responsabilidad que algunos eligen; no obstante, los animales en general tienen derechos, y eso ya no depende de algunos, sino de la sociedad en general.
Derechos básicos que implican por ejemplo: respetarlos, no maltratarlos y tenerlos en libertad.
Si se habla de salvajes, uno de sus derechos es que tengan un hábitat propio y adecuado para desarrollarse. Los domésticos también requieren un espacio, pero en otras circunstancias, las de la casa. Con estos últimos puede hablarse, incluso, del derecho al juego”, aseveró Serrano Velásquez.
La Fundación Tu Voz Animal ha atendido este año más de 50 animales, entre perros y gatos, con recursos propios y de donaciones; se valen de rifas, venta de comidas y bazares para recoger dinero para la atención de estos seres indefensos que reciben maltrato de sus dueños o que están en las calles sin protección alguna.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN