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Valledupar le apunta al reciclaje

Valledupar le apunta al reciclaje.

En el conversatorio “Inclusión de la población recicladora en la política pública municipal” esta semana en Valledupar se planteó el tema de cómo llegar a la cultura del reciclaje.
El ponente, Federico Parra Hinojosa, es un antropólogo urbano, etnógrafo y magíster en antropología social, que cuenta con más de 16 años de experiencia laboral e investigativa en el campo de la antropología urbana articulada a la gestión ambiental comunitaria. Además, ha desarrollado varias investigaciones sobre la población recicladora en contextos urbanos.
Este planteamiento sobre la cultura del reciclaje podría dejar a Valledupar como proyecto piloto en el país, al contar con una organización de recicladores, Coorenacer, pero que debe combatir la informalidad y trabajar planificadamente, según Parra Hinojosa.
EL PILÓN: ¿Cuál era el objetivo del conversatorio “Inclusión de la población recicladora en la política pública municipal”?
Federico Parra: Queríamos mostrar que en Colombia hemos tenido un cambio de paradigma, una forma de entender nuevos manejos de residuos; estábamos en un modelo de transporte y entierro de basura, pero pasamos a un modelo de aprovechamiento – reciclaje, con inclusión de recicladores y Valledupar puede llegar a ser una de las ciudades pilotos, si se quiere, debido a los avances en términos de acoger este perspectiva y fortalecer a sus propias organizaciones de recicladores.
EP: ¿Cómo podría Valledupar llegar a ser ciudad piloto en reciclaje?
FP: El cambio de perspectiva. Si antes dependíamos de un solo punto para disponer los residuos, transportarlos y enterrarlos de manera controlada, y este sistema se está colmatando, es necesario tomar cartas en el asunto. Los recicladores vienen haciendo el reciclaje y aprovechamiento de los residuos hace más de 50 años, pero ahora se están convirtiendo en una oportunidad cierta y fuerte, para llevar menos residuos al relleno (Los Corazones).

“En Colombia hay 250.000 ciudadanos que viven el reciclaje. En Valledupar supera las 500 personas y de ellas solamente el 30% está organizado”: Federico Parra.

EP: ¿Por qué trabajar por la inclusión laboral de los recicladores?
FP: Tras 20 años de lucha, los gremios de recicladores lograron una suma de casi siete sentencias de Corte Constitucional que protege el derecho al trabajo de este sector. La Corte determinó que remunerar y fortalecer a las organizaciones de recicladores es una forma de ayudarles a superar sus condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Los recicladores llevan muchos años generando su ingreso por esta actividad, pero la Corte dice que necesitan reconocimiento y remuneración de manera organizada, armonizada con el servicio de aseo y la ciudad que debe quedar limpia.
EP: ¿Cómo están las organizaciones de este tipo en Valledupar?
FP: Hay una organización que se llama Coorenacer que desde antes del 2005 logró posicionarse. Valledupar tiene un Plan de Gestión Integral de Residuos bastante bueno con relación al de otros municipios, necesita modificación con las nuevas normas. Por esta y muchas cosas podemos decir que Valledupar es uno de los posibles pilotos, en donde todo este nuevo marco de política de aprovechamiento se va volver en poco tiempo en realidad.
EP: ¿Se le debe apuntar entonces a la cultura del reciclaje?
FP: Sí. La nueva política pública y el marco constitucional no están planteando dos cosas importantes: no podemos transportar y enterrar; la responsabilidad es de todos iniciando por los que compramos, usamos y desechamos los residuos.
EP: En el Departamento del Cesar solamente existen dos rellenos sanitarios, Valledupar y Aguachica, ¿qué le indica esta situación?
FP: Hay una puesta central y es que los rellenos sanitarios empiecen a reducirse al máximo. Lo que quiero decir es que un relleno va a seguir siendo necesario, pero no podemos privilegiar esta forma de enterramiento controlado.
EP: Para el personal reciclador de Valledupar, ¿cuál es su recomendación?
FP: Hay un tema muy importante y es que la mayoría población recicladora de esta ciudad no está organizada, no ha habido incentivos para su organización y es muy difícil asegurar de alguna manera sus prácticas empresariales y organizativas; menos del 30% está organizado y eso significa que el reto es grandísimo. Allí entra con mucha fuerza el papel del municipio, pero también el papel de las organizaciones existentes. Estamos en un trayecto de mediano y largo plazo que necesitamos consolidar cuanto antes procesos administrativos que demuestren que vale la pena organizarse.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co

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