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Valledupar la ciudad a proyectar desde el DNP

El hecho de que Luis Alberto Rodríguez Ospino, haya nacido en Valledupar, no implica per se, que desde la dirección del DNP deba trabajar únicamente en función de la misma.

Sin embargo, haber cursado su bachillerato en esta ciudad y tener a su núcleo familiar residenciado en la misma, seguramente lo llevan a entender la problemática y las potencialidades de Valledupar, por encima de cualquier otra ciudad del país.

Luis Alberto puede que no sea producto del medio local en su totalidad, pero sí tiene claro que este es su terruño, por el cual se le percibe respeto y aprecio.

Sin afanes de protagonismos y sin poses innecesarias, Rodríguez Ospino en su primer paso por este gobierno, desde el Ministerio de Hacienda, generó la posibilidad de que con recursos de la Nación se permita que hoy entre en funcionamiento la sede

La Paz de la Universidad Nacional; así como la garantía de los recursos de la construcción de la sede de la Policía Metropolitana para nuestra ciudad.

Por su condición de ciudad capital, su población, su problemática, por las necesidades puntuales que presenta y por esa condición que la hace especial, con vocación de grandeza, Valledupar merece ser potencializada desde lo técnico.

Por lo anterior, se debe aprovechar el conocimiento y la experticia de Rodríguez; más importante aún, lograr que el Departamento Nacional de Planeación – DNP, con toda esa carga misional técnica fije sus ojos en Valledupar, ya que, luego de varios años de politiquería, la ciudad pareciera estar aletargada y quedada con ansias de un empuje técnico.

Priorizar, no divagar, mejorar procedimientos y capacidades. Desde la administración municipal se debe mirar esto de una forma distinta a cómo lo vienen manejando.

Las cosas por su nombre, el electorado de Valledupar, votó en contra de lo que vio en estos 4 años que culminan en diciembre.

En particular, considero que a Luis Alberto es mejor reconocerlo por su trabajo y no únicamente por su actual posición.

Eso de medallas y reconocimientos gubernamentales, cuando el servidor está recién posesionado, como que no. Estamos ante una nueva generación de trabajo, de resultados y no de halagos innecesarios.

Una alianza DNP – Municipio de Valledupar, es lo que se quiere. Priorizando, con corte técnico, en la búsqueda de que gane Valledupar.

Estamos ante una oportunidad única con dos jóvenes excepcionales al frente. Que el DNP inyecte en la alcaldía municipal y se de la bienvenida a una administración con seriedad y alejada de la antigua demagogia barata.

Categories: Columnista
Josefina Castro Gonzalez: