En el 2014 Valledupar mantenía el promedio de desempleo en una cifra (9,5 %) y la diferencia con el promedio nacional no alcanzaba el punto.
El último informe del Departamento Administrativo de Estadísticas Nacionales, Dane, publicado la mañana de este 30 de enero, presentó resultados negativos para Valledupar. Con 14,8 puntos, la capital del Cesar es la cuarta ciudad del país con mayor desempleo en el 2018, ubicada solo por debajo de Armenia (15,6 %), Cúcuta (16,3 %) y Quibdó, capital del Chocó, que con 17,8 % es la ciudad con la mayor tasa de desempleo a nivel nacional.
Desde el 2014, el desempleo de la ciudad no paró de crecer. En ese año, la capital del Cesar era la septima ciudad con menor desempleo del país con cifras de un dígito (9,5 %). En ese mismo año, Valledupar superó solo por 0,4 % el promedio nacional de 9,1 %. La cifra de desempleo nacional se mantuvo en un digito o no superó el 11 %, contrario a Valledupar que llegó a dos dígitos hasta el récord reciente de 14,8 % del año pasado. Ese resultado del 2018 hizo que Valledupar superara por 5,1 % el promedio nacional de desempleo (9,7 %), lo que determina que la estabilidad laboral que ha vivido el país en los últimos años es contraria al desmejoramiento del mercado laboral de la capital del Cesar.
“Esta tasa de desempleo es solo un síntoma de una enfermedad; de una situación economía regional en recesión golpeada principalmente por una reducción del empleo en el sector minero, porque al carbón se les están cerrando las puertas. De otra parte, el Cesar ha sido una sociedad receptora de población que llegó desde otras regiones del país, pendiente de la informalidad como el mototaxismo o el fervor de la construcción hace unos años”, explicó el economista Carlos Alberto Maestre.
En algún momento, Valledupar y Montería fueron comparadas y situadas en una competencia de economías emergentes del Caribe. En materia laboral, Valledupar quedó rezagada. En el 2011 la tasa de desempleo de la capital de Córdoba, Montería, era de 13,4 %, y la de Valledupar de 11,6 %, casi dos puntos menos.
Entre tanto, Montería en el 2016 ya marcaba cifras de desempleo de un dígito. Valledupar se encauzó en un aumento del desempleo de 2 puntos por año llegando a marcar 14 puntos en el 2018 mientras que Montería registró 10 puntos.
“Hace unos años eran comparables; ambas ciudades recibieron importante inversión del gobierno de Uribe, pero más Montería. No es descabellado compararlas, pero cambiaron muchas cosas. Nos ha golpeado mucho el tema de Venezuela, no tenemos a quién venderle y el auge de la construcción de hace 4 años quedó reducido. Mientras que en Montería sectores como el comercio y la ganadería han cobrado relevancia, sumado a varias administraciones responsables que le apuntaron a la generación de empleo”, agregó Maestre.
¿INFLUYÓ LA CRISIS DE
VENEZUELA?
Hay un factor repetitivo en 3 de las 6 ciudades con mayor desempleo en el 2018: zona fronteriza con Venezuela. Después de Valledupar que es cuarta, siguen Ibagué – que no es frontera – (14,2), y Riohacha (14,1).
Cúcuta y Riohacha tienen frontera con el vecino país, aunque históricamente han estado en los primeros lugares, la migración de venezolanos en busca de oportunidades ejerció mayor presión sobre el mercado laboral.
Esa presión laboral el Dane la mide como la Tasa General de Participación, TGP. Este indicador refleja la presión de la población en edad de trabajar sobre el mercado laboral. La TGP de Valledupar es de 61,1, la séptima más pequeña.
Aunque la mirada se enfoca en la presión que ejercen sobre el mercado laboral la entrada de venezolanos, el economista Carlos Maestre considera que el factor influyente de la crisis es el cierre de mercados informales como la gasolina o la venta de productos básicos.
“Por eso es necesario centrar los esfuerzos de generación de empleo en sectores permanentes, no en eventos que duran dos semanas, porque la gente necesita trabajar todo el año”, finalizó.
Por DEIVIS CARO DAZA/ EL PILÓN
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