X

Valledupar cómo vamos, ¿bien o mal?

Hace algunas semanas asistí al informe “Valledupar, cómo vamos”, medición que se hace en 14 ciudades colombianas. Dicen que toda comparación es odiosa, excepto en estadística donde esta condición es necesaria. Bastante información arroja la encuesta, más perceptiva que técnica, lo que puede conducir a errores y contradicciones en algunas de las variables consideradas ya que las percepciones podrían ser subjetivas y en ocasiones poco creíbles.

P.ej., el desempleo en Valledupar es de 9.9%, más bajo que en Medellín, 11.2%, ciudad con un gran aparato industrial y comercial, sectores reales que generan puestos de trabajo, cosa que aquí no ocurre y la informalidad es la forma dominante de vida. Esto podría deberse al modelo del DANE para decidir qué actividad se puede considerar como empleo. Y pese a esta aparente bonanza laboral, en 2013, según esta encuesta, el número de lesiones personales ascendió a 435/100.000 habitantes, la cuarta más alta, dentro de las once comparadas.

Es probable que los empleos que genera la minería en el Cesar y en La Guajira se contabilicen como empleo vallenato por el hecho de que muchos de esos trabajadores viven en Valledupar. Además, debería existir una relación causal entre los niveles de ocupación y los de seguridad ciudadana por aquello de que el ocio disocia a las personas. Según el informe, esta es la cuarta ciudad más insegura dentro de las estudiadas, con una percepción de 66.1%. Lo que se espera es que cuando la mayoría de las personas trabaja, la pobreza tienda a decrecer y la inseguridad disminuya. En Medellín, con mayor desempleo, la pobreza es de 16.1% mientras que en Valledupar asciende a 31.4% según el citado estudio; algo no cuadra en las cifras si miramos la lógica racional. Otro dato que rebasa un análisis estadístico creíble, es la cobertura en salud; Valledupar y Barranquilla se salen de los rangos esperados en cobertura con 108% y 115% respectivamente; esto indica que se atiende más gente de la existente.

Tenemos un problema perceptible de movilidad y aquí se le ha atribuido, en gran medida, a la alta densidad del tráfico “mototaxista”; pero cuando uno examina esta variable, encuentra que en Medellín, hay 24 motos por cada cien mil habitantes, mientras que en Valledupar solo hay 10/100.000. Igualmente, en automóviles particulares, por cada cien mil habitantes, Medellín tiene 25, aquí solo 6. Parece que el problema de movilidad en Valledupar está mal definido. Algo preocupante que muestra la encuesta es el ausentismo escolar; nos dice que el 3% de las personas entre 5 y 17 años no asiste a clases; según proyecciones del DANE, en Valledupar hay 190.000 personas en este rango de edades y el 3% equivale a 5.700. ¿Qué hacen estos jóvenes o niños que no van al colegio? ¿Se les hace seguimiento? También informa que el 2% de los niños menores de 5 años se quedan solos en casa, cuidados por otros menores.

Si tenemos 55.000 niños con esas edades, 1.100 niños quedan desprotegidos cada día. ¿Será esta la matriz de las violaciones sexuales? ¿Qué se está haciendo? nadarpe@gmail.com

Luis_Napoleon_de_Armas_P.: