Los orígenes y ciertas anécdotas de la capital del Cesar fueron expuestos en el foro ‘Valledupar Ciudad Región’, como preámbulo de la conmemoración del aniversario 468 de la ciudad. El evento se llevó a cabo en el auditorio de la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez, el cual contó con asistencia masiva de la comunidad, líderes gremiales y diferentes personalidades.
Aquí se contextualizó la evolución del municipio a partir de la óptica del historiador, escritor y director de la Casa de la Cultura de Valledupar, Tomás Darío Gutiérrez; el abogado de la Universidad Nacional, escritor de más de 12 libros de derecho, historia y literatura, Carlos Rodolfo Ortega; y la directora de la Unidad de Víctimas en el Cesar, conocedora de la región, Juanita Ramírez.
Gutiérrez habló de la importancia que tenía Valledupar por encima de Bogotá y de la lucha que hubo en su momento para que la capital del Cesar fuera este municipio porque estuvo a punto de ser El Banco, Magdalena; y Ocaña, Norte de Santander, y de cómo se logró que ‘La Sorpresa Caribe’ lo fuera por una lucha de los congresistas.
Ramírez rememoró que las regiones han peleado por tener descentralización y por tener autonomía local. “Conocemos la historia de cuán difícil fue para las regiones y para el país acabar con la pelea entre conservadores y liberales para ser federales en una lucha por el territorio. Hoy el concepto del modelo de regionalización que debe pasar necesariamente por el desarrollo sostenible, de eso que nos enorgullece tanto por nuestros bosques frescos, gente cálida y otros sueños que se convierten en canciones”.
Ortega leyó una carta de la evolución del municipio, así como de las luchas y riquezas indígenas del Valle de Upar.
Culminado el foro, el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, aseguró que “los foros académicos nos permiten revivir la historia. El que conozca la historia no comete los errores del pasado y copia aciertos. Encontramos unos hechos históricos relevantes que permitieron una dinámica económica superior, un surgimiento y posicionarlos por encima de ciudades que iban más adelante que nosotros. Nos corresponde poner la huella para la historia, por lo que estamos haciendo ciudad, pero también buscamos hacer ciudadanía”.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN