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Valledupar ciudad de todos los males

No intento hacer mala propaganda a esta ciudad que quiero mucho, pero no podemos tapar el sol con un dedo, Valledupar ha tomado el camino del retroceso y parece no encontrar el rumbo, de ser una ciudad “Sorpresa Caribe” dejamos escapar todas las oportunidades para progresar a pesar de tener muchos recursos para destacarnos.

La falta de oportunidades es inocultable y ello contribuye al aumento de la informalidad lo que conocemos como “el rebusque” y también es un elemento que ayuda al crecimiento del mototaxismo, siendo este una consecuencia de tantos problemas de la ciudad y no un “cáncer” como alguien en busca de protagonismo enfermo lo dijo en el Concejo de Valledupar.

Los datos revelados por Valledupar Como Vamos no pueden ser más explícitos, el 78,4 % de los habitantes de la ciudad están convencidos que las cosas van por mal camino y esto tiene absoluta concordancia con una inflación altísima a pesar que se nota un descenso de este factor en todo el país, el costo en el consumo de energía se convierte en un dolor de cabeza por las altas tarifas, pero, lo peor, no hay soluciones a la vista.

En materia de sistema de transporte público la cosa es muy grave, porque ahora resulta que el SIVA no tiene capacidad para sostenerse, los domingos y festivos guardan los buses y no hay opciones para rescatarlo del actual modelo gerencial ni mucho menos opciones para promover un verdadero sistema integral de transporte público.

La empresa de servicios públicos, Emdupar, intervenida y esta intervención en medio de una pelea por los mismos que quebraron la empresa luchando para que se las devuelvan y así apoderarse de ella ya sea pública o privatizándola, pero lo importante es el negocio, esos son los verdaderos culpables de las condiciones de la entidad prestadora del servicio de agua, los políticos que han colocado gerentes durante todo este tiempo.

También se están proponiendo y ejecutando obras sin atender los instrumentos de planeación como el POT, esto con el cuentico de traer desarrollo y progreso a la ciudad, pero esto no se consigue de manera automática, las obras por sí solas no constituyen desarrollo, el nivel de desarrollo de una ciudad está determinado por el acatamiento a esas herramientas diseñadas para controlar el crecimiento y establecer hacia donde y como crece, pero además contienen elementos para su autorregulación y ajustes, precisamente uno de los orígenes del estancamiento de nuestra ciudad es la de hacer obras por fuera de esos instrumentos; además los alcaldes no se preocupan por introducir en el lenguaje del ciudadano un aspecto tan importante como es la planificación ni lo que es el Plan de Ordenamiento Territorial, todos quieren hacer lo que les da la gana. Claro, es que el desorden y la improvisación patrocinan la corrupción.

Como si fuera poco estamos en las manos de una sola empresa que maneja el transporte aéreo, rogamos por otra empresa para que la competencia obligue a bajar los costos y mejorar el trato al cliente, pero Valledupar no está ofreciendo nada al mercado, el monopolio que existe por parte de Avianca está soportado en la pobre dinámica de la ciudad, no hay atractivo para promover a Valledupar como destino y allí empieza la discusión tonta, no hay turismo porque no hay vuelos o no hay vuelo porque no hay turismo; pensar en región es fundamental para crear una necesidad de visitar esta capital, de lo contrario, cualquier intento por traer otra aerolínea será perder el tiempo.

Y así continuamos sin que hasta el momento se pueda construir un plan de largo plazo para que esta ciudad pueda superar los problemas que tiene, al contrario, se suman muchos más como invasiones, inseguridad, malos servicios públicos, y muchos más.

Por: Carlos Andrés Añez Maestre.

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