El 6 de enero de 1550, hace 474 años, fue fundada la ciudad de Valledupar por Hernando de Santana. Durante más de cuatro siglos, en la Ciudad de los Santos Reyes del Valle de Upar, también llamada así por los frailes capuchinos, en honor a los Reyes Magos, mucho ha sucedido y mucho más habrá de suceder en la que hoy se erige como la capital del departamento del Cesar. Esa es la fundación oficial pues el 1 de octubre de 1544 Francisco Salguero erigió esta villa pero no fue reconocida por la Corona Española.
Estas efemérides son una nueva oportunidad para dar una mirada integral a las dinámicas sociales, económicas, políticas y culturales de Valledupar, en perspectiva de proyecciones que permitan que la capital del Cesar recobre su empuje y crecimiento económico, para disminuir los altos índices de pobreza, desempleo, competitividad, entre otros.
Estos 474 años deben estímular acciones importantes y urgentes para su bienestar, aprovechando que Valledupar es una ciudad muy distinguida en el ámbito nacional e internacional, por su cultura, que alberga el folclor vallenato, y demás aspectos peculiares de su contexto natural, los cuales la hacen atractiva para propios y visitantes. Es un lugar con magnetismo y mítico encanto, el sitio deseado por muchos para vivir, atraídos por la belleza y magia del río Guatapurí, de sus grandes y arborizadas avenidas y de otros elementos urbanísticos.
Tal vez eso explica la existencia de colonias poblacionales asentadas: santandereana, paisa, tolimense y sabanera. Del mismo departamento, como la chiriguanera, chimichagüera, manaurera, copeyana, paseras o de Astrea, entre otras. Pero también internacionales como los árabes.
En los últimos tiempos, todo ese conjunto de valores agregados que caracteriza a Valledupar, se ha visto permeado por ese fenómeno cada día más creciente en la mayoría de ciudades de Colombia, como es la inseguridad de todo orden, el engorroso tráfico y deterioro de la malla vial y de la cultura ciudadana.
Según estudios recientes del Banco de la República, la pobreza se ha incrementado considerablemente. La pandemia agravó aún más la situación y, aunque ha habido una recuperación, la cosa no ha mejorado como es de esperar. En otro aspecto Valledupar se ubica, según el Índice de Competitividad de Ciudades 2023, entre las de menor capacidad. entre 33 capitales, el cual mide condiciones de los habitantes, capital humano, eficiencia de los mercados y ecosistema innovador.
Los servicios públicos han desmejorado; el alumbrado público, el aseo, las basuras y residuos, no son eficientes. Son entre los tantos desafíos del nuevo alcalde Ernesto Orozco, que ameritan tomar papel y lápiz. Valledupar, rezagada frente a otras ciudades intermedias, debe retomar su fama de Sorpresa Caribe, como lo recordó en el discurso de posesión de su mandato el pasado 1 de enero, y hacer real y efectiva, implementando sus compromisos con todos los vallenatos que ostentan la condición de vivir en la Ciudad Creativa, Cultural, musical y turística que la Unesco le reconoció.