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Valledupar: 204 años de independencia

La Loperena, la mujer que hace 204 años fue pieza clave para la independencia de Valledupar, es hoy olvidada por la sociedad civil y los líderes políticos.

Celebrar la libertad de un pueblo es honrar la dignidad y fortalecer el sentido de pertenencia de sus habitantes. Hoy 4 de febrero, Valledupar cumple 204 años del grito de su independencia.

Debe ser un día especial, para evocar aquel 4 de febrero de 1813, fecha en que una hidalga mujer, de madre vallenata y padre español, leyó el acta de independencia, cuya parte esencial dice: “Sea notorio a cuantos esta acta vieren, como yo, María Concepción Loperena de Fernández de Castro, mujer libre de origen realista, pero hoy republicana, a nombre del Cabildo de Justicia y Regimiento de esta ciudad ilustre, proclama libre e independiente a esta ciudad de Valle de Upar del Gobierno español….”. Con este suceso heroico, nuestro Cabildo fue el primero de la Provincia de Santa Marta en proclamar la independencia.

El doctor Pedro Castro Trespalacios en su libro ‘Culturas aborígenes cesarenses e Independencia de Valle de Upar’ puntualiza los escenarios del movimiento independentista y la participación de María Concepción Loperena. Además, describe tres homenajes de reconocimientos: La Asamblea Legislativa del Estado Soberano del Magdalena, mediante la Ley 3 de 1881, honra su memoria y reconoce los eminentes esfuerzos a la causa de la independencia americana.

El Congreso de Colombia, a través de la Ley 95 de 1940, le rinde homenaje, crea el Colegio Loperena y destina un auxilio para que el municipio le erija un busto. La Ley 43 de 1963, el Congreso se asocia a los 150 años de la Independencia de Valledupar y ordena la construcción de un monumento de la heroína Loperena en la entrada de la ciudad.

Después de 1963, poco ha sido el interés patriótico de las autoridades y las instituciones educativas por celebrar estas efemérides. El Concejo Municipal (por peticiones reiteradas de este modesto columnista), aprobó el Acuerdo 002 el 14 de febrero de 2004, que reconoce esta fecha, y en sus cuatro primeros artículos determina: Institucionalizar el 4 de febrero como fecha histórica para el municipio de Valledupar. Ordénese izar la bandera del municipio en todos los establecimientos públicos, especialmente en los colegios. Ordénese a la Secretaría de Educación Municipal realizar la investigación y la compilación de todos los datos históricos de la ciudad de Valledupar y la zona corregimental. Inclúyase en los programas de historia en los colegios del Municipio, la enseñanza de la Cátedra de la Historia Regional Local.

La verdad, es que no se le ha dado cumplimiento cabal al Acuerdo, el 4 de febrero nunca se ha celebrado con la trascendencia que merece. Uno de los colegios que ha venido realizando eventos cívicos y académicos sobre el tema, desde hace más de 20 años es el Instpecam (donde labora este columnista). Respetuosamente, reiteramos la invitación patriótica a la Secretaría de Educación Municipal, a los rectores y los docentes de todos los colegios a prepararse para conmemorar la Independencia de Valledupar.

Es necesario realizar eventos pedagógicos para que los estudiantes de nuestro municipio conozcan la historia de la ciudad. La posición de dos o tres personas de pretender negar la importancia de La Loperena, no puede ser determinante para desconocer la participación de esta heroína en la gesta de la independencia. Otros dicen que fueron tres diestros caballos los que nuestra heroína le entregó al Libertador, y no trescientos como escribieron en el Acta de Independencia; el número de caballos no es óbice para dudar de un acontecimiento histórico.

LA INDEPENDENCIA DE VALLEDUPAR                           

Por José Atuesta Mindiola

I
Aquel cuatro de febrero
de mil ochocientos trece,
Valledupar amanece
con temple firme de acero.
Se enciende en el pebetero
un clamor de efervescencia,
el pueblo toma conciencia
cansado de las cadenas,
la heroína Loperena
da el grito de independencia.
II
En tal memorable fecha
el Cabildo firma el acta,
que la heroína redacta
contra el tirano que acecha;
como rugidos de flechas
la libertad ya se siente,
La Loperena valiente
quema el escudo del Rey,
y proclama en esta grey
el sentir independiente.
III
El grito de independencia
primero fue en Cartagena,
pero aquí la Loperena
fue una chispa de insurgencia;
desbordada la paciencia
de libertad se ilumina:
la verdad es luz divina
que en el corazón florece,
y la injusticia fenece
con sus corceles de espinas.

IV
Fueron muchas las batallas
contra el imperio invasor,
el eco libertador
se agiganta en atalaya.
Se derrumba cual muralla
el ejército español,
en crepúsculo arrebol
la derrota lo hace breve:
como corona de nieve
derretida bajo el sol.

José Atuesta Mindiola

 

 

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