En mora está el folclor vallenato y las autoridades, tanto municipal como departamental, con el pueblo de Valencia de Jesús y su máximo artista, el maestro Calixto Ochoa Campo, a quien se le debe un merecido reconocimiento y homenaje a su memoria en su tierra natal.
Desde hace mucho rato la comunidad de Valencia de Jesús y los aficionados a la música vallenata reclaman un busto del maestro, un monumento allí en la tierra que lo vio nacer y donde reposan sus restos mortales.
Tal y como lo manifestó a EL PILÓN Dulsaides Bermúdez, pareja sentimental del maestro, ese clamor está planteado desde el momento mismo en que falleció este importante juglar del folclor vallenato, han pasado tres administraciones municipales y departamentales y no ha sido posible la materialización del proyecto que busca ubicar en la plaza principal de Valencia de Jesús un busto escultórico del compositor, cantante y rey vallenato Calixto Ochoa.
El tema del busto se revive en estos momentos debido a la celebración de la 24ª Versión del Festival Vallenato Cantares de Calixto Ochoa, fiesta que se extenderá hasta este domingo 6 de noviembre, en ese corregimiento ubicado al sur de Valledupar.
En consonancia con los objetivos fundamentales de estas festividades, tales como los de proteger y difundir la obra artística de Calixto Ochoa, así como la creación de nuevos cantos, entre otros aspectos, lo más lógico y natural es que en el marco de su realización se dejara plasmado el compromiso de hacer realidad la escultura en honor al maestro de la música costumbrista.
Pero para que los procesos se desarrollen de manera ideal y lleguen a feliz término es necesario que este cuente con dolientes puntuales y con peso específico, por ello se considera que además de la familia del artista, sus paisanos, la Fundación Amigos del Caribe, organizadora del certamen y defensora de la música de acordeón y la composición vallenata, a esta iniciativa deben unirse todos gestores culturales de Valledupar y el Departamento del Cesar, solo así podría lograrse tan loable propósito.
No estamos hablando de un músico cualquiera, se trata de una artista de talla nacional e internacional que no solo representa al corregimiento de Valencia de Jesús sino también a Valledupar, el Cesar, el Caribe Colombiano y al país en general, su trayectoria y alcance musical es demasiado inmensa como para que no exista una imagen escultural en su pueblo que haga que esta población se convierta en destino turístico obligado para los amantes del folclor vallenato tanto de aquí como de allá.
El actual alcalde de Valledupar, Mello Castro González, debe anotar en su agenda este proyecto como un compromiso más de los muchos que tiene pendientes para el último año de su mandato, este sería un punto de oro para el cierre de su gobierno, y de paso le haría honor también a la memoria de su abuelo, el exgobernador y excongresista ‘Pepe’ Castro, quien en vida fue uno de los principales admiradores de la música del maestro Calixto Ochoa Campo.
Ahora que se concluyó la restauración de la emblemática iglesia colonial queda una tarea más en la agenda de gobierno.