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Uribiadas

Por Dario Arregocés

Acostumbra el ex presidente Uribe Vélez, a trinar en su cuenta de Twitter, noticias de hondo calado internacional sobre hechos que comprometen la misma seguridad del Estado colombiano.

El último twiter, informa de un barco procedente de Corea del Norte, de nombre ChonChonGan, retenido por las autoridades panameñas, al que le fue hallado armamento bélico oculto en sacos de azúcar, que al parecer venían para el Ecuador y Colombia.

Al preguntársele por la fuente de tamaña información mantiene absoluta reserva. Anteriormente lo hizo también al revelar las coordenadas exactas donde se suspendieron operaciones militares para el traslado de varios guerrilleros de las Farc, con destino a la Habana, para que hicieran partes de los diálogos de paz.

En ese entonces, como ahora Uribe se abstiene de revelar la fuente informativa, solo se permite decir  que es de su entera confianza.

Como se puede observar son dos informaciones de un alto contenido estratégico-militar, que ciertamente no son de dominio público, y que comprometen la seguridad del Estado colombiano, por lo que valdría la pena indagar sí el ciudadanoÁlvaro Uribe Vélez, estaría legalmente obligado a revelar la fuente de dichas informaciones, o si se puede  amparar en el secreto profesional.

NuestraConstitución, establece en su artículo 18 que el secreto profesional es inviolable.Ahora bien, cabe recordar que el llamado secreto profesional, como lo ha  dicho la Corte, en sentencia C-301 de 2012, cobija  a aquellos que por el ejercicio de su profesión o actividad tienen conocimiento del mismo. Ello cobija a los abogados, médicos, periodistas, sacerdotes o usuario del servicio diplomático.

El ex presidente Uribe, es abogado, pero en este caso como él mismo  aclara, actúa  como simple ciudadano, a quien le importa mucho los asuntos de la Patria. Empero, surge de inmediato una cuestión, y es que él no está ejerciendo,  no es periodista, yen cambio la información por él difundida es clasificada, pues compromete la seguridad nacional, por lo que considero que este hecho debe investigarse a fondo.

No está mal que se divulgue la información, lo que no se concibe es el hecho de no revelar la fuente, pues es obvio que el informante  debe tener acceso a documentos que solo contadas personas, por razón de su profesión, cargo u oficio conocen y no es de recibo, que un ciudadano  conozca este tipo de información, incluso antes que las autoridades encargadas de velar por la soberanía nacional.

 

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