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Uribe reitera reparo a informe de la Comisión de la Verdad 

Álvaro Uribe Vélez. / FOTO: Archivo.

Cuando la clase política y económica del país esperaba declaraciones del ex presidente Álvaro Uribe sobre su última reunión con el presidente Gustavo Petro, en relación con las reformas tributarias, de la salud, pensional, ambiental y la paz total, sorprendió con nuevas y severas críticas al informe final de la Comisión de la Verdad, presentado en junio pasado, por el padre Francisco de Roux. 

Uribe Vélez, también reiteró que el documento tiene improperios contra las Fuerzas Armadas de Colombia y menciona los temas de los falsos positivos y las “trampas” del gobierno de Juan Manuel Santos, por sacar adelante el proceso de paz con las Farc. 

El ex presidente se pronunció el domingo anterior en sus redes sociales, en un documento que tituló “¿Cuál Paz? Séptimo Borrador, seguimos en construcción”, en donde precisa que “este escrito, con teclas cansadas, no tiene pretensiones de verdad absoluta, que no existe. Los dogmas de fe son absolutos, la verdad es relativa que aumenta sus grados de aproximación a través del debate”. 

“SON MIS VIVENCIAS”

“Este es un testimonio, unos renglones discursivos soportados en mis vivencias, frescas para la historia y todavía vivas y presentes en muchas de las actuales generaciones. La osadía de escribir me surge de la osadía de la Comisión de la Verdad de faltar a la verdad en muchos casos”. 

Asegura que la Comisión de la Verdad nació de un antidemocrático procedimiento de enmendar un plebiscito con una proposición del Congreso y que el pronunciamiento popular que le dijo No al Plebiscito sobre el acuerdo de La Habana fue desconocido por el Gobierno de la época, que hizo unos ajustes superficiales y consiguió que el Congreso lo aprobara con una proposición, “no hubo proyecto de ley ni de Reforma Constitucional, una mera proposición. Este estropicio a la democracia fue avalado por la Corte Constitucional”, dijo. Agrega que, al ganar el No, “quienes participamos en la campaña, reiteramos que también queríamos la Paz. En lugar de exigir que no hubiera acuerdo propusimos un Pacto Nacional para modificar los textos de La Habana. Llamamos al Presidente, le pedimos una cita, nos reunimos con su gobierno y todo fue inútil, prefirieron complacer a las Farc, a Cuba y a Venezuela”. 

Aseveró que “propusieron que los responsables de delitos atroces no deberían participar en el Congreso sino hasta después de cumplir la sanción alternativa. Sanción a la cual siempre se opusieron por ser simbólica, no proporcional e inaplicable”. Las fuerzas armadas hoy, cuestionan que las Farc llevan cinco años en el Congreso, y no han recibido la sanción alternativa. 

“CONTINÚA EL ACCIONAR ILEGAL”

“Ha habido más grupos de narcotráfico; crecimiento del microtráfico; reclutamiento de menores y más violencia. Continúan delinquiendo estructuras que se hacen llamar disidencias, varios jefes guerrilleros, que firmaron el Acuerdo de Paz, retornaron a la lucha armada en nombre de una segunda Marquetalia”, aseguró el expresidente. 

Francisco de Roux

En el documento, Álvaro Uribe reclama que nada se ha conseguido para que los integrantes de las fuerzas armadas tengan por lo menos una sala especial e imparcial en la JEP. “Nuestras fuerzas armadas tienen una tradición democrática que las hace sobresalientes en esta América Latina de tantas dictaduras. Dice: “Lo que no analiza la Comisión de la Verdad es que el Acuerdo de La Habana puso a nuestras Fuerzas Armadas democráticas de igual a igual con quienes cometían actos terroristas, pero finalmente quedaron en desventaja. Digo lo anterior porque a ambos se les exige reconocer delitos para estar en libertad o para tener sanciones alternativas y simbólicas”. 

En cuanto a los falsos positivos, también asegura que la Comisión de la Verdad omitió examinar actividades criminales comunes entre integrantes de la Fuerza Pública y personas que aparecieron asesinados en el capítulo de los falsos positivos. “La Comisión de la Verdad ha producido como titular de su obra la frase “El Estado es el responsable”. Eso es nada más y nada menos que la justificación de la violencia, el terrorismo, el asesinato, el secuestro, las violaciones, el reclutamiento de menores, las destrucciones, el atraso y la pobreza de todos los años por actuación de grupos violentos”. 

Seguidamente dice que “algunos pensamos todo lo contrario, creemos que el Estado ha transcurrido fundamentalmente en la búsqueda generosa de la paz, que aparece como elemento común del recorrido gubernamental. Por supuesto con variaciones en algunos cortos períodos y durante los años de la Seguridad Democrática, cuyo cometido era alcanzar la paz a través de la seguridad como valor democrático y fuente de recursos.

“ES UNA COMISIÓN ILEGÍTIMA” 

La seguridad como marco de garantía a la inversión y camino a la cohesión social”. “He reiterado que la Comisión de la Verdad es ilegítima y parcializada. Ya expresé que nació del desconocimiento al Plebiscito y del atropello a la democracia”. Repitió que aceptó hablar ante la Comisión por el respeto del núcleo de su familia al padre De Roux, por sus deberes ante la opinión pública y por considerar que, en lo posible, todos los debates deben adelantarse. 

En su explosiva declaración reitera que “la Comisión abusa, para no repetir siempre que miente, al afirmar que nuestro gobierno pretendió vincular a toda la izquierda con el terrorismo. Los líderes de la oposición tuvieron toda la protección tanto como los dirigentes cercanos al gobierno. Se protegió y se ayudó a los corporados, gobernadores y alcaldes de la oposición, especialmente a los de Bogotá. He agradecido que gobernantes de la oposición así lo reconocieron”. “Fui fogoso en la discusión y en casos respondí con dureza, que hoy no repetiría, a algunos que hacían de la calumnia su discurso contra el Gobierno. La Comisión engaña a las nuevas generaciones con el tema de la reelección”. “He reconocido que debí desautorizar la recolección de firmas, que un grupo de ciudadanos respetables adelantaron para permitir una segunda reelección. Confesé la encrucijada en mi alma por el contraste entre mi inclinación a no buscar perpetuarme y de otro lado el temor a que se abandonaran las políticas que apenas empezaban a dar los primeros resultados”, dijo. 

NO A LA CONMOCIÓN INTERIOR

También reconoció que no debió apelar a estados de Conmoción Interior, porque sirven para estimular discursos en contra. Expresó que “La Comisión de la Verdad me acusa de la estigmatización de periodistas. Me bajé del pódium al ring para rebatir las mentiras de un calumniador de oficio” y citó que “La Comisión de la Verdad desciende al rumor, hablan de un coronel que por perseguir a los paramilitares habría recibido un mensaje de mi parte con amenaza de sancionarlo. Carecen de pruebas para un solo caso”. 

Además, refiere que “La Comisión también desacredita la extradición. Da crédito a la versión según la cual con la extradición de jefes paramilitares pretendimos ocultar la verdad. La Comisión ignoró que nuestras políticas comprendían la Seguridad Democrática, la confianza de la inversión para mejorar la economía y dar sostenibilidad al avance de la Cohesión Social. Nunca magnificamos resultados, pero en todo se avanzó, aunque como dijimos eran apenas buenos retoños”, concluyó Álvaro Uribe Vélez.

POR AQUILINO COTES ZULETA/ESPECIAL PARA EL PILÓN 

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