Los cementerios:
Mientras para unos el Día de las Madres es una fecha especial en la que todo es alegría y todo gira alrededor de ese importante ser, para otros se convierte en un día de nostalgia, de recuerdos de la madre que algún día estuvo con ellos, pero que partió a la eternidad. Por eso, en el Día de las Madres, los cementerios son uno de los lugares más visitados en Valledupar; lo mismo que los restaurantes, heladerías y cafeterías donde se reúnen familias enteras para celebrar, los camposantos también reúnen a los miembros de la familia en torno a ese maravilloso ser que ya no está entre ellos, para elevar una oración por ella, para limpiar y adornar con flores y velas las tumbas frías y sobre todo para recordar que a pesar de que se ha ido, siempre permanecerá viva en cada corazón.
En el Cementerio Nuevo, los vallenatos que viven esta situación llegaron desde bien temprano y fueron recibidos por los vendedores ambulantes de flores, comidas, raspados y todo tipo de golosinas y adornos, mientras los dolientes entraban a elevar plegarias por su madre ausente.
La fecha es aprovechada por los vendedores para hacer “su agosto”. Al igual que el Día de los Difuntos, el Día de las Madres es cuando la gente frecuenta más estos lugares.
Los vendedores opinan
Jorge Cristóbal Pineda
“Hoy vengo a acompañar a mi esposa a vender flores, porque ella si vende todos los días, pero como el Día de la Madre siempre hay más clientela, vine a apoyarla en las ventas. Vendemos todo tipo de flores que traemos de Bogotá y Medellín. La docena de claveles valen 4 mil pesos y la unidad a 3oo pesos, aunque hay para todos los bolsillos”.
Ángel Camargo
“Yo llegué acá aprovechando la fecha del Día de la Madres, porque sé que a los cementerios llega mucha gente; vendo arroz con pollo a 700 y a mil pesos como siempre. A pesar de que el día es bueno no he aumentado los precios porque sé que se va a vender muy rápido”.
Luis Roberto Suárez
Estoy vendiendo raspado desde muy temprano. El día va a estar bueno porque llega mucha gente por el Día de las Madres. Aquí por las altas temperaturas compran igual los niños que los adultos y me ha ido bien”.
Betty Suárez
“Traigo estos arreglos de flores hechas a base de cintas que han llamado mucho la atención de la gente que llega al cementerio. Las estoy vendiendo a mil pesos y se venden bastante; también aprovecho el Día de los Muertos para venir a vender estos artículos”.
Visitando a la que se fue
Margarita Gómez llegó temprano al Cementerio Nuevo para limpiar la tumba de su mamá, llevarle flores y orar por ella. Afirma que desde que su madre falleció, cada año en conmemoración del Día de las Madres llega puntual al cementerio a orar y a arreglarle la tumba como cada domingo, aunque hoy la nostalgia es mayor.
Como ella, cientos de vallenatos pasaron el Día de las Madres elevando plegarias y visitando a ese ser especial en los camposantos, reconociendo que el amor de madres es único y eterno.