Para esta época navideña, nos parece interesante hablar de este tema que debe ser motivo para tener en cuenta en las reflexiones de fin de año para el venidero, es decir, que se ha hecho en los claustros y podemos aportar aún más para los años próximos, teniendo en cuenta que este es el tema más sensible que debe de asistir a la humanidad en general para el futuro o para su continuidad en esta planeta.
No podemos desconocer que lo aspectos ambientales han venido abriéndose paso en la sociedad durante los últimos 30 años, como una crítica al estilo de desarrollo y el a búsqueda de mejorar la calidad de la vida de la población actual y las futuras generaciones en este sentido la universidad como órgano social de utilidad colectiva, debe desempeñar un papel importante en el desarrollo del saber ambiental por lo menos a ello se está asomando nuestra Universidad Popular del Cesar, de la cual fui su catedrático durante muchos años.
Digamos aquí que desde sus propios orígenes la universidad es sinónimo de pensamiento universal, el campus universitario es el espacio del encuentro del saber y la creación así como la recreación el mismo. Las preocupaciones sociales desde el propio nacimiento y desarrollo de las universidades han encontrado eco en el ámbito económico. Hay que mencionar que para el caso concreto colombiano el movimiento estudiantil de 1970- 1975, en el cual muchos de los actuales ambientalistas, como yo, alimentamos nuestro saber y empezamos a generar las primeras inquietudes ecológicas en los movimientos por la defensa del Parque Natural Tayrona, de aquí se ideó y diseñó mi tesis de grado que se denominó ‘Aspectos Ecológicos del Parque Natural Tayrona’.
Muchos pensadores se han expresado respecto a este tema del significado del ambiente especialmente para los países en desarrollo y nos han dicho que el ambiente aparece como el potencial de un sistema de recursos que conduce a innovar procesos productivos capaces de balancear las condiciones ecológicas de la producción de recursos con las fuerzas tecnológicas de su trasformación en bienes de consumo en un proceso sostenible de largo plazo.
NOTAS: Para este fin de año es recomendable que empecemos a pensar sobre quiénes vamos a elegir para que nos representen la cosa pública y administren la cosa pública, para tales efectos se hace necesario que miremos con el espejo retrovisor ya que la experiencia nos enseña que la mayoría de los elegidos después que están desempeñándose en sus respectivos cargos se olvidan de aprestarse de las necesidades sentidas de las comunidades y de quienes le colaboraron, hasta el punto que cambian de teléfono para evitar contestar llamadas para evadir favores; de esto seguiremos hablando el año entrante ya tenemos muchos botones de ejemplo para mostrar.
Que Dios tenga ojos de piedad y misericordia de nosotros para nuestras vidas durante el 2018.
Por *Hernán Maestre Martínez