Se impone con fuerza una técnica de manicura que permite mantener las uñas perfectamente pintadas, sin estropearse, pelarse o escarcharse de 15 a 20 días. Se trata del esmalte semipermanente, que es un gel acrílico mezclado con esmalte que se aplica sobre la uña y se endurece con rayos ultravioleta.
Liseth Paola De Ávila Sánchez, manicurista de Valledupar, explicó que este esmalte tiene la misma textura que un esmalte clásico; es líquido y tiene incluso más brillo que el tradicional. “Se aplica igual que un esmalte clásico. Se empieza preparando las uñas: las lima, las limpia y empuja las cutículas; después se aplica una base. Luego de aplicar la primera capa se coloca la mano bajo una lámpara de rayos ultravioleta durante 30 segundos. Posteriormente, se aplican dos capas de esmalte, siempre dejando 30 segundos de secado entre capa y capa. Una aplicación de esmalte semipermanente exige entre 25 y 30 minutos; a diferencia de una manicura clásica, el esmalte semipermanente no necesita tiempo de secado, puesto que las uñas quedan impecables desde el minuto uno”, precisó.
En cuanto a los colores, cada marca ofrece un abanico casi igual de variado que el disponible para esmaltes clásicos: nude, de colores, con brillos, entre otros, casi todos los estilos de manicura se encuentran en versión semipermanente.
Dos semanas después de la manicura, cuando las uñas han crecido y, por lo tanto, se distingue una separación entre el esmalte y la piel, ha llegado el momento de retirar el esmalte semi permanente. Para hacerlo, es necesario volver al salón de belleza, donde le aplicarán un quitaesmalte especial que envolverán con papel de aluminio, proceso que dura unos quince minutos. Al respecto, la manicurista consultada afirmó que “para evitar maltratar las uñas es fundamental retirar correctamente el esmalte, sin arrancarlo o limarlo en casa, dejando siempre esta tarea a un experto.”
“Este esmalte ha significado una pequeña revolución para las mujeres ocupadas que no tienen tiempo de retocarse dos veces por semana.
Para ellas es un alivio que la manicura dure hasta dos semanas impecable y con el mismo acabado que el primer día. Por lo que es una solución práctica y eficaz para llevar una manicura perfecta en cualquier situación”, puntualizó De Ávila Sánchez.
Alguna de sus ventajas
1. Aplicación uniforme.
2. Secado inmediato.
3. Brillo satinado.
4. Duración de dos semanas.
5. Eliminación sencilla.
ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/ EL PILÓN
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