El 3 de enero llegó a mi correo la notificación de una demanda, interpuesta por el señor José Guillermo ‘Pepe’ Yamín Castro, por mi columna publicada en KIENYKE hace dos años: Masacre ambiental en el cerro de Hurtado, cuya única pretensión era defender y denunciar el ataque del que estaba siendo víctima este pulmón de Valledupar por parte de urbanizadores. Construir ahí, devastaría una de las reservas naturales más importantes de la ciudad, patrimonio de todos los vallenatos. Según lo argumentado por Yamín Castro, afecté su buen nombre ¿qué tal el descaro? ¿Sí sería yo, quien ha afectado su nombre? ¿No sería él mismo, cuando fue denunciado por el delito de violencia intrafamiliar contra su expareja Natalia Betancourt y su madre? Un suceso que se convirtió en uno de los más sonados escándalos en la ciudad, cuando era concejal de Valledupar, como lo registraron en su momento el diario EL PILÓN y El Heraldo.
Además, su buen nombre como concejal también se vio afectado cuando pasó por la corporación como si nada, no fue capaz de presentar un proyecto de acuerdo, tampoco hizo control político, es que ni un discurso se le oyó, solo se dedicó a aprobar como un ovejo todos los proyectos del alcalde de turno. Este ‘Pepe’ Yamín, se comporta como el propio malcriado incompetente que piensa que por su poder económico todos se le arrodillan, qué equivocado está en la vida. Me imagino que esta reacción, dos años después de la columna, obedece a la inconformidad causada por otra columna, mucho más reciente: El Rambo del Novalito, en la cual su padre Julio Yamín Berardinelli fue protagonista, por sacar un fusil, hacer disparos en plena vía pública e intentar que varios jóvenes, en contra de su voluntad, se arrodillaran ante él porque cometieron el gran pecado de atravesarse en su camino. Tal vez, lo que pensaron Yamín y su torpe abogado, era que, a mí también me podían arrodillar, obligándome a rectificar, y que yo me moría de miedo; semejante desatino. No están ni tibios, no me ha temblando la mano para denunciar con nombres propios a todos los clanes mafiosos y corruptos de nuestra región, a narcos, jueces corruptos, periodistas prepagos y toda clase de bandidos de la peor calaña. Lo que queda claro es que estos tipos Yamín, están acostumbrados a usar la violencia como método para hacerse dizque respetar, pretendían amilanarme con un acoso judicial, para ponerme una mordaza, una inaceptable afrenta a la libertad de expresión, pilar fundamental de la democracia. Además, evidenciaron un desconocimiento enorme, no tienen ni idea de para qué es una tutela, lo único que logran con estas demandas sin sentido, es congestionar los despachos. Hasta argumentaron que yo no había respondido, exigiendo se les concediera algo a todas luces desproporcionado e injusto. Por fortuna, aún hay jueces imparciales, quienes hacen su trabajo como debe ser, para mantener la majestad de la justicia en alto, ofreciendo garantías para todos los ciudadanos. Lo que sí queda claro, es que este par, padre e hijo, no se quedarán quietos, tengo información de que seguirán moviéndose en mi contra, por lo que siempre estaré atento, junto a mi abogado Carlos Andrés Añez Maestre, quien lideró esta magistral defensa de mis derechos y a quien quiero agradecer de forma especial porque desde el primer momento supo cómo interpretar mi defensa, argumentado una extemporaneidad, como lo declaró la juez en su providencia, dándonos la razón y a quien citó textualmente: “El señor JOSÉ GUILLERMO YAMIN CASTRO, no explica las razones por las cuales la situación que plantea, surgida el 19 de enero de 2021, es apenas puesta en conocimiento del juez constitucional, el 3 de enero de 2023, esto es, casi 2 años después, de la publicación del artículo de opinión”.
Para finalizar, este es un mensaje a todos aquellos quienes pretenden silenciar columnistas e intimidar periodistas, a través del poder económico o el miedo. En lo que a mí respecta, seguiré denunciado la corrupción y los hechos anómalos de mi región, máxime en lo que tenga que ver con el interés general de mi ciudad y su gente, aunque me pongan mil tutelas, como es la afectación del cerro de Hurtado, un tema que debe tenernos a todos vigilantes para que estos salvajes depredadores, sin conciencia de lo que verdaderamente representa un tesoro como este, sigan como si nada. Arrancamos este año 2023 más recargados que nunca, a seguir dando la batalla por la opinión y la verdad.
Por Jacobo Solano