Caracol africano
La aparición del caracol africano en Valledupar y otros municipios del Cesar, se ha convertido en otro de los enemigos para el cultivo de frutas, legumbres y otros productos del campo, por cuanto además de afectar al agro, podría transmitir enfermedades neurológicas, hepáticas y hasta respiratorias. El molusco se puede contaminar de unos parásitos que son transmitidos a través de la baba que ellos segregan.
Esta contaminación, según el ingeniero forestal, José Dagoberto Poveda Borbón, los seres humanos se contaminan al ponerse en contacto con las manos, los ojos, la nariz y la boca, por donde pueden ingresar los parásitos, los cuales los conllevan hasta la muerte. En Colombia, se han registrado 45 casos de fallecimiento, excluyendo al Cesar. Por esta razón Poveda Borbón lanzó una voz de alerta a las autoridades sanitarias, para que adopten las medidas necesarias y así contener el accionar de esta especie que es muy voraz, que también ataca cultivos como cacao, piña, hortalizas y el maní, entre otros, cuya afectación la inicia por las hojas.
El caracol, que además se alimenta de excremento, fue ingresado al país de manera clandestina, inicialmente para extraerle la baba, la cual es utilizada para la fabricación de cosméticos, para cicatrizar heridas y utilizadas por algunos padres de familias como ‘mascota’ para sus hijos.
Poveda Borbón, exhortó a Corpocesar y demás autoridades sanitarias para que investiguen y realicen un seguimiento, para establecer qué persona o empresa hizo el ingreso de esos animales a Colombia y cuya presencia es un hecho en el departamento del Cesar, al igual que ejercer las medidas de control pueden implementar para enfrentar a esos animales.