La sede en La Paz de la Universidad Nacional, UNAL, en muy poco tiempo ha logrado consolidar procesos interesantes encaminados a la formación profesional de los jóvenes del Cesar y demás departamentos del Caribe colombiano.
Es preciso recordar que la consecución de esta sede en nuestra región fue un proceso arduo y de muchos años, el cual superó diversas dificultades propias de este tipo de proyectos de alto impacto regional, pero que hoy ya muestra sus primeros avances y con alto nivel de significación.
Para Valledupar, el Cesar y su entorno regional es de gran importancia contar con una institución de este nivel que brinda conocimiento y oportunidades a nuestras comunidades.
El informe de gestión revelado por la vicerrectora Marcela Camacho brinda un mensaje esperanzador en términos de proyectar a la región en distintas áreas a través de la obtención del conocimiento científico y acorde con las necesidades de nuestra gente en estos territorios que en tiempos pasados siempre estuvieron relegados de oportunidades académicas de nivel superior.
Algo muy significativo es el hecho de que la UNAL sede La Paz hoy cuenta con una planta de docentes integrada por 45 profesionales con doctorados en las diferentes áreas en las que se desempeñan. “Nuestro valor agregado es el capital humano. Ninguna otra institución local tiene personal docente con ese perfil”, afirma con mucha convicción la vicerrectora.
Pese al receso aproximado de un año, debido a los efectos de la pandemia, en términos académicos y administrativos la UNAL hoy tiene muchos avances importantes para mostrar, ya son seis programas académicos consolidados: biología, estadística, geografía, gestión cultural y comunicativa, ingeniería bilógica e ingeniería mecatrónica.
Con una población de 1.200 estudiantes la UNAL ya es una realidad tangible en Valledupar y el Cesar, cuya proyección contempla iniciar en el mes de octubre las obras de la primera etapa de la segunda fase de la infraestructura física, proyecto que estima una inversión de $80.300 millones.
Interesante también la filosofía que orienta la vicerrectora en el sentido de generar conversaciones académicas sobre la diversidad de las regiones, pero con sentido de aprovechamiento en procesos productivos que permitan volver más competitivos cada renglón económico nuestro.
Diversificación económica con base en el conocimiento científico, generando valores agregados es parte del lenguaje que la UNAL pretende que se ponga en boca de todos los líderes de la sociedad civil vallenata y cesarense, esa es la ruta que comenzó a marcar esta institución para que nuestros jóvenes abran las ventanas por donde ha de entrar la luz de esperanza para una región que décadas tras décadas ha mostrado su pujanza.
Es bien sabido que el departamento del Cesar y su capital Valledupar es una región que depende en un alto porcentaje de unos pocos sectores productivos “y eso debe mejorar, no es que se acaben los sectores que ya existen, sino que ellos puedan ser mucho más competitivos en conocimientos, eso les permite dar muchos más valores agregados, pero además hay otras opciones, hay necesidades energéticas, hay turismo, pero también educación, entre otros”, asegura la vi vicerrectora de la UNAL.