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Una mirada hacia Tierra Prometida

Una mirada hacia Tierra Prometida.

El suroccidente de Valledupar es un territorio extenso que reúne aproximadamente 40 barrios en la que las necesidades son cada día más latentes y urgentes. Sus calles polvorientas, sus precariedades en servicios públicos y la inseguridad que cada día se acrecienta en sus comunidades, son problemas que hay que mirar con detenimiento.
Hace cinco años en la comuna 3, empezaron a conformarse de forma rudimentaria algunas invasiones que se fueron conformando y crecieron en territorios privados y que poblaron rápidamente sin control alguno esas zonas.
Una de esas invasiones, se asentó muy cerca de la avenida Simón Bolívar, una de las principales calles de la ciudad, y poco a poco fue creciendo de tal forma que hoy viven en ella alrededor de 234 familias. Su nombre es Tierra Prometida aludiendo al futuro que sus habitantes veían en una tierra en la que construían sus sueños e ilusiones.

Sus habitantes reconocen que poblaron un territorio arbitrariamente, y que por eso, la prestación de servicios públicos no es la mejor.

La realidad al pasar del tiempo es otra. Hace tres años, desde que sus primeros habitantes llegaron a invadir esas tierras, decidieron organizar al que considera su barrio, de forma ordenada y equitativa, pero nunca previeron el crecimiento que tendrían en tan poco tiempo.
Iniciaron la construcción de sus casas en barro y otras en zinc y de esa forma le dieron sentido y forma la invasión, pero el sobre poblamiento ha sido incontrolable y los problemas de seguridad por los que actualmente atraviesa, se han convertido en vejámenes de barrios vecinos que llegan a delinquir a su zona, y que sus habitantes consideran sana y tranquila.
Aunque todos saben quiénes son, temen denunciarlos ante las autoridades, lo que ha hecho que el problema de seguridad en Tierra Prometida sea un asunto delicado para las autoridades policiales, quienes hacen presencia constante en la invasión, pero quienes además, no pueden controlar la creciente ola de inseguridad en el sector.
Sus habitantes reconocen que poblaron un territorio arbitrariamente, y que por eso, la prestación de servicios públicos no es la mejor; carecen de alcantarillado, acueducto, gas y agua, esta última en teoría, porque en la práctica, se han pegado libremente del tubo que abastece a barrios vecinos.
Respecto al servicio de energía eléctrica, Energía Social suple las necesidades de la comunidad. Sin embargo los transformadores existentes no dan abasto para abastecer a la totalidad de la población lo que ha hecho que en varias ocasiones se exploten o fundan y aunque el servicio no se cobra, la empresa ha fallado en la organización del sistema de medidores.
Ahora, los transformadores funcionan en óptimas condiciones, no obstante para que toda la población pueda recibir el servicio de manera recomendable, se hace necesaria la instalación de por lo menos cinco transformadores más.
“Nosotros en general no contamos con todos los servicios, pero lo que más nos afecta es no tener alcantarillado y por esa razón tenemos pozos sépticos. No tenemos vías pavimentadas, pero lo único que pedimos es que se nos asigne un nuevo lote donde nosotros podamos asentarnos” expresó Martha Figueroa, líder del barrio.
Piden reubicación
Quienes habitan Tierra Prometida, saben y conocen que su estadía en ese lugar, se hizo de forma ilegal, y aunque hayan pasado muchos años y las autoridades municipales no hayan hecho nada por reubicarlos o incluso, desalojarlos como sería lo indicado, hoy piden que la Alcaldía o la Gobernación, miren hacia su comunidad.
La amenaza de ser desalojados está perenne y en cualquier momento pueden ser desalojados de esos predios privados, sin embargo, todos sus habitantes están censados bajo la batuta de Funvisocial, pero eso censo hoy por hoy se tiene que volver a realizar porque muchas de las personas que en ese tiempo hicieron parte de la jornada, hoy ya no se encuentran en sus casas y otros vendieron esos lotes.
Por ahora no solo esperan un nuevo censo, sino que todos sean incluidos dentro de cualquiera de los programas de vivienda del gobierno nacional o local, y que sean reubicados en condiciones favorables. De forma desesperada, y como última opción, otra de las peticiones que realizan es que puedan ser reubicados en un nuevo lote, donde le permitan a cada familia, poder construir sus nuevas casas y asentarse tranquilamente en ese espacio.
Siempre han considerado que el Alcalde los debió tener en cuenta desde el inició de la repartición de las casas por ser precisamente, una comunidad en la que carencia principal está referida hacia la necesidad de vivienda y sobretodo de reubicación.
Ahora el asunto es más delicado; cada día llegan más personas a la invasión, lo que ha hecho que la problemática requiera de una solución pronta y urgente por parte de las autoridades competentes para no colapsar en la prestación de los pocos servicios públicos y mucho menos en la sobrepoblación del lugar.

Categories: Comunidad
Periodista: