El barrio La Nevada, ubicado en el noroccidente de Valledupar, donde habita cerca del 30% de la población de la ciudad, es un centro poblacional que así como sufre por los problemas cotidianos de inseguridad, malos servicios públicos y movilidad, también tiene unas ventajas comparativas frente a otras zonas de la ciudad.
La Nevada surgió en la década de los 90, como una invasión más, pero con la diferencia de que en ese momento Valledupar pasaba por un buen momento urbanístico –Plan Centro-, pensando en una ciudad a largo plazo. Por esos sus líderes, conscientes de que era una invasión, le apostaron a una toma de tierras organizada, logrando un acuerdo con la Administración de turno para llevar el barrio a la regularización y permitir la buena planeación urbanística que hoy muestra un sector bien planeado, con amplias avenidas, como la calle central o avenida Sierra Nevada que permite un buen acceso al barrio, sin contar que si hubiese voluntad política el tema vial estuviera mejor con la otra avenida que aunque fue planeada –que pasa por las torres eléctricas- aún no la han construido. En conclusión, las vías de acceso permitieron que no fuera un gueto, evitando en gran medida que la situación hoy fuera peor.
Sin embargo, La Nevada, después de su regularización, hizo parte de un proyecto denominado Desarrollo Social de Occidente, que junto con el de Oriente en la zona de Los Mayales, pretendió visibilizar a ambos sectores como parte activa e integrada de la ciudad, tal como se logró. Para ello, fue clave el trabajo social y el levantamiento topográfico casa por casa, que sin grandes rubros prespuestales hizo el Municipio en esa época. La Nevada corresponde a la ciudad de los 90, pero la ciudad de los 2000, de la calle 44 para allá, es diferente, sin planeación, con ausencia de la responsabilidad social del municipio.
Este barrio es un sector bastante consolidado, ya pasó a ser un sector urbano con una gran dinámica en la economía normal, no es un barrio irregular, es el sector de comercio que trabaja hasta altas horas de la noche, donde residen en su mayoría los técnicos de la ciudad.
Su cercanía con barrios subnormales que surgieron después de su creación, la injerencia de grupos armados ilegales y la presencia de bandas criminales que han querido tener el poder, lo han catalogado como uno de los 10 barrios más inseguros de la ciudad.
Su crecimiento sigue, paralelo a los problemas de seguridad. El solo hecho de ser uno de los sectores que serán impactados con el Sistema Estratégico de Transporte le dará otro aire y sus habitantes tendrán un nuevo reto de construir un barrio amable, que ayude a construir ciudad.