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Una madre que cambió su vida

Dellis Ardila Hernández

Érase una vez un pueblo llamado casita blanca, en aquel   pueblo vivía una familia conformada por   dos niños, una  madre  y  un  padre;  al  pasar  un  tiempo  el  padre  fue  perdido  el  interés    por  la  madre  de  los  niños,  se  había  enamorado  de  otra  mujer. El padre se iba a mudar   con la otra mujer y  los  niños  decidieron irse  con  su  padre,   pues  decían  que  con  su  padre  iban   a  tener  una  mejor  vida.

Cuando se fueron  la madre  se  quedó  sola  y con  una   gran depresión  en  su corazón. Al pasar los  días  y  ver  que   su,  familia   se  había   destruido  por  una   mujer   no  le  daban   ganas  ni  de  pararse   a  encender  los  bombillos   de   su  casa.  Así pasaron meses y   hasta   años.

Los pobladores  de  casita  blanca  que  vivían  cerca  de  su  casa  tenían  miedo  y  a   la  vez  curiosidad  de  saber  que  pasaba  allí.  Los vecinos decían que a media  noche  escuchaban  ruidos  extraños  y  gritos  de  una  mujer  como  si se estuviera  matando, que  abría   las  puertas  y  ventanas y  gritaba.

Sus vecinos al escucharla se morían de miedo y empezaban a orar, con cruces con las manos, orándole a Dios para que ayudara a la mujer.

Un día a uno de sus hijos se le ocurrió pasar por la casa de su madre para ver en qué estado estaba, al llegar y encontrarse con la sorpresa de que su madre estaba loca, y que la casa estaba descuidada, sucia y oscura le dio miedo de entrar y se fue muy rápido al contarle a su padre y a su hermano lo que estaba sucediendo con su madre.

 Al instante ellos fueron a investigar y empezaron a preguntar a todos los vecinos que vivían cerca, todos les decían que ella estaba loca, que al oscurecer abría todo y empezaba a gritar, que estaba llena de sangre y le faltaba el dedo en una de sus manos.

Los dos hermanos decidieron buscarla, ella, al escuchar que sus hijos la habían venido a visitar se había alegrado y lloraba, sus hijos le preguntaron que le había pasado y porque estaba haciendo esto, así duraron hablando muchas horas y decidieron meterla a un centro psiquiátrico, ella acepto y duro dos años.

Cuando salió, sus hijos le habían arreglado su casa y todo estaba muy limpio, ella al ver eso los abrazo y les agradeció por todo lo que ellos habían hecho por ella.  Pasaron los días y sus hijos siempre la iban a visitar y nunca le falto nada y siempre estaba feliz.

Fin

Autor: Dellis Ardila Hernández – I.E. Cesar Pompeyo Hinojosa

Periodista: