Un grupo de amigos del río Guatapurí impetró una acción popular en defensa del afluente, solicitando mayor atención y cuidado de las autoridades con relación a su bajo caudal, a la tala indiscriminada de árboles en su cuenca alta, a la contaminación por vertimiento de residuos sólidos y aguas contaminadas, al desvío de su cuenca, a las construcciones en su ronda hídrica, al manejo inadecuado de las concesiones destinada a cultivos, a la captación de agua ilegal, los incendios forestales, a las quemas tradicionales y la falta de cultura ambiental.
Sin embargo, hoy cuando han transcurrido más de cuatro meses de haber solicitado dicha acción popular, presentada por Gustavo Cabas Borrego, Yiyo Martínez, Luis Maestre, y admitida por el Juzgado Séptimo Administrativo del Circuito de Valledupar, la ciudadanía ve esperanzada que en su sabio entender ese órgano de justicia valore cada una de las pretensiones formuladas. Los amantes del medio ambiente, que somos la gran mayoría, creemos que los querellantes tienen la razón de hecho y de derecho, por la omisión y vulneración o amenaza de los encargos colectivos invocados, por cuanto su actuar es ajustado en firme, de acuerdo a la competencia asignadas por la constitución y la ley.
El río Guatapurí es de una comunidad, que reclama sus derechos y como tal debemos exigir a las entidades como Corpocesar, Emdupar, Alcaldía de Valledupar y la Gobernación del Cesar cuidar al que nos da de beber y vivir, y buscar unas alternativas e implementar unas acciones para su recuperación, protección y conservación. Vemos con esta acción una luz en el camino, del río que ha sido también inspiración para poetas y trovadores. Tengamos fe que el futuro incierto pronto desaparecerá y tendremos una nueva historia buena para contar, su recuperación.
Este diario invita a tomar decisiones urgentes tendientes a reforestar, a que se implementen acciones educativas ambientales, a potenciar la conciencia ambiental.
Salvar la margen derecha del río en su parte urbana, con alternativas de solución de vivienda para sus habitantes, traslado también de las unidades productivas del área e implementar un proyecto de siembra en la ronda hídrica. Aprovechemos las bondades de la Ley 2056 de 2020, que contiene la reforma al Sistema Nacional de Regalías, la cual destinó una partida del 5 % de recursos del presupuesto bienal de regalías para el medio ambiente.
Insistamos en la construcción del Ecoparque lineal del río Guatapurí, en la implementación del Plan de Ordenamiento de Cuenca (POMCA), hagamos mesas de trabajo con los indígenas para planificar acciones en la cuenca media, también con las personas que realizan actividades productivas alrededor del Guatapurí para así evitar el uso excesivo del agua, entre otras.
En fin, invitamos a tomar decisiones y ejecutar, de participar y de educar, de visibilizar y actuar como lo hacen los amantes del río con gran voluntad pero evidente descoordinación. Que este impulso en materia judicial, a cuyos suscribientes aplaudimos, sea un estímulo para la organización y la movilización ciudadana.