Por: Freddy Oñate Acevedo/EL PILÓN
La mayoría de las mujeres sueñan con ser profesionales y conformar una familia como la tradicional: un esposo e hijo(s), sin embargo, para muchas, estos sueños pueden verse truncados por distintas razones y la familia cambia su conformación habitual para convertirse en madre e hijo.
El embarazo en adolescentes se ha convertido en una problemática visible en todo el territorio nacional. Según un estudio realizado por Profamilia, el 20% de las adolescentes en el país ha estado o está en estado de gestación, y las poblaciones más vulnerables son las ubicadas en los estratos cero y uno, las que están en zonas rurales y quienes viven en zonas mineras.
Para el departamento del Cesar, las cifras sobrepasan la media nacional, y con un 27% es el departamento de la costa que más registra embarazos en adolescentes entre las edades de 12 a 19 años.
A nivel nacional, Cesar ocupa el puesto número cinco por debajo de departamentos como Amazonas, Guainía, Chocó y Vichada. Siendo comparados así con departamentos donde el nivel de educación y los índices de pobreza son los más altos.
A Pesar de existir campañas de educación sexual por parte de distintos entes no gubernamentales, entidades privadas y las mismas instituciones, los índices no parecen bajar, pues en Colombia no existe una cátedra escolar que se encargue de educar a los jóvenes, desde niños, en los temas de salud sexual y reproductiva.
Centro de acompañamiento
Sin embargo, en Valledupar hay un sitio donde se encargan de cuidar a las menores gestantes, que han sido víctimas de violaciones o que por desconocimiento del tema han quedado en éste estado.
La Fundación Centro Juvenil y Casa Taller de la Adolescente Embarazada, ubicada en el barrio Los Mayales de la capital del Cesar, nació hace16 años con la finalidad de tender la mano a esas jóvenes que por distintos motivos se convierten en madre antes de estar preparadas física y psicológicamente.
Dentro de las actividades que ofrece este lugar, está el acompañamiento a las menores en actividades educativas, pedagógicas, psicológicas, nutricionales y médicas. Además se les dictan cursos de panadería, costura y bordado para que puedan suplir sus necesidades y abrirse a campos laborales en la sociedad.
Carmen Alicia Rivera Medina, fundadora y directora del centro de acompañamiento, afirma que “el embarazo en las adolescentes es un flagelo que está golpeando el departamento, aquí hemos recibido muchas niñas, incluso, tuvimos una niña de nueve años en estado de embarazo por abuso, son cosas que pueden evitarse implementando programas de educación en cada rincón del país”.
Los casos
Al hablar con una niña de 15 años, que no será identificada para proteger su identidad como menor de edad, fue posible denotar en su aspecto y que con las manos agarradas sobre su vientre, la frente sudorosa de los nervios y sus respuestas tajantes y directas, que el dolor por haber sido abusada y estar en este momento encinta, sigue presente.
Ella no hablaba hasta hace poco menos de tres meses, es oriunda de Pijiño del Carmen departamento del Magdalena, cuenta cómo hizo para llegar a este lugar donde se le ha brindado el apoyo necesario para entender que la vida sigue adelante, “yo vi un cartel de la Casa de la Adolescente Embarazada, pregunté y me dijeron que aquí trataban bonito a las niñas, así que vine y hasta este momento he aprendido a coser, a bordar, a querer a mi bebé.”
Rivera Medina afirma que la mayoría de jóvenes y niñas que llegan al recinto, son víctimas de maltrato y violación que frecuentemente son hechos realizados por personas cercanas a la familia.
La Fundación no promueve la adopción de los bebés, se compromete a contactar a las familias de las niñas y velar por un ambiente sano para el crecimiento del infante y el desarrollo de la madre.
En otro contexto se desarrolló el embarazo de Andrea Rambal, una joven que a sus 18 años de edad, tuvo su primer hijo, hoy Andrea tiene 20 y hace 2 meses tuvo su segunda hija.
“Fue un poco duro el momento de tener que contarle a mis padres, mi mamá lo tomó mejor que mi papá, pero siempre he tenido su apoyo en todo momento”. El embarazo para Andrea, no fue motivo para dejar su carrera en segundo semestre cuando estaba esperando su primer hijo, actualmente vive con su esposo y sus dos hijos, Samuel el mayor, y Luciana la menor. “El hecho de tener un hijo no te impide seguir luchando por tus sueños, hay que caminar hacia adelante” resaltó.
Educación sexual
En Colombia ninguna institución se encuentra obligada a dictar cátedra de salud sexual y reproductiva, son pocos los centros de formación que implementan esta clase en su pensum, y son contadas las que llevan conferencias o información de algún tipo a los jóvenes, que deben ser educados en este aspecto desde una edad temprana.
Durante diez años, Profamilia hacía barridos en los distintos barrios de Valledupar apoyados económicamente por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, sin embargo, este apoyo fue retirado hace tres años; lo que llegó a ocasionar que se retirara el programa de atención a comunidades jóvenes en distintos barrios como Bello Horizonte, Divino Niño, La Nevada, entre otros.
Esta entidad privada, sin ánimo de lucro, ofrece orientaciones sin ningún costo a las personas que se acerquen a las instalaciones ubicadas en la calle 14 con carrera 10, y de igual manera, no obstante Delia Karina Meza Rojas, psicóloga y coordinadora del Programa para Jóvenes de Profamilia, afirma que “la reducción de presupuesto ha traído consecuencias, hoy hacemos presencia en universidades y colegios pero no todos los centros educativos tienen 200 mil pesos para pagar por la conferencia”.
En este orden de ideas, es necesario destacar los distintos traumas psicológicos por los que puede pasar alguien durante un embarazo precoz “desde depresión, caos familiar y frustración por no cumplir con las posibles metas que tenga la niña a futuro a nivel profesional y personal. También aumentan las posibilidades de otro futuro embarazo a corto plazo” expresó Meza Rojas.
Es necesario tener presente que no solamente la educación debe ir enfocada hacia los niños o jóvenes, sino también hacia los padres, para que el tema de la sexualidad no sea sinónimo de tabú en las conversaciones familiares.
En este día de las madres, se quiere resaltar el papel de la madre adolescente en la sociedad colombiana. No es lo mismo caminar por el sendero de la vida sola que con una responsabilidad como lo es un hijo. Las fuentes consultadas coinciden en afirmar que el embarazo no es un juego.