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¿Con una Colombia en paz cuales serían los argumentos?

Conociendo los resultados del plebiscito, el premio nobel de paz y demás hechos noticiosos, es innegable que el desmonte de los anquilosados movimientos guerrilleros del país, no tienen marcha atrás; mi mayor deseo es que este factor desparezca de la agenda pública y cesen las agresiones de atentados en contra la sociedad civil.

Desmontados los movimientos guerrilleros, se espera que estos desaparezcan como factor decisivo en el discurso del porque Colombia no alcanza niveles de desarrollo superiores y reducciones pronunciadas de las brechas de pobreza; antiguamente se consideraba el conflicto como factor de sustracción presupuestal para la inversión publica, desmontado este, me pregunto: ¿cual será el argumento de nuestros gobernantes para no lograr niveles de desarrollo inclusivos y equitativos?

Mas allá de mis reparos con los acuerdos de la Habana, deseaba con toda mi alma que se iniciará la implementación de los mismos y entráramos en la etapa de pos conflicto para ver con que cuento saldrían nuestros líderes y gobernantes, a la hora de responder por las insuficiencias sociales que nos aquejan a los colombianos. Sinceramente creo que las capacidades y comportamientos de nuestra gerencia pública no cambiarán de la noche a la mañana por cuenta del posconflicto. En días pasados, el profesor Caballero Argaez escribió en una columna del diario el tiempo lo siguiente: “No puede suceder que se mantenga la práctica, de delegar el manejo del campo, de las áreas rurales y otras zonas de la periferia a las élites locales, dejándolas en libertad para manejar las cosas a su antojo, irrigando ‘mermelada’ con la condición de que se apoyen los proyectos del Gobierno central en el Congreso. De ahí el abandono de la periferia, origen de la violencia y la pobreza de esas zonas” .

Estoy completamente de acuerdo con ese argumento, máxime que en la agenda de los temas tratados en los comités del no, del sí, y de los gobernadores, sigue ausente lo estructural para la regiones, que es buscar una relación diferente entre el centro político del país –Bogotá– y los municipios; en particular aquellos golpeados por el conflicto, como es el caso del Cesar.

En este nuevo viraje al posconflicto, le hago un llamado a nuestro gobernador, para que con su talente de buen gerente público (que ha mostrado tener) ajuste la estructura institucional y apriete el paso en el tema del plan de ordenamiento departamental, allí ahí hay una excelente oportunidad para mirar el territorio más allá del conflicto armado y del carbón. Iniciativas como las de convertir al municipio de la Paz en nodo de especializado de servicios educativos, son opciones que hay que analizar.

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Roberto Carlos Núñez Vega: