Cuando faltan 27 días para las elecciones a Congreso de la República, son pocos los escenarios en los que los candidatos a Cámara de Representantes y Senado han medido pulso. Las diferentes campañas políticas están concentradas en reuniones, en publicidad y programas radiales en los que informan sus propuestas y giras de manera plana.
La controversia, los cuestionamientos y los cara a cara entre los aspirantes son sanos porque entregan argumentos a los electores que pueden, con suficientes insumos, decidir su voto, motivados por la razón y no por el dinero con el que acostumbran a comprar el voto.
Ayer se realizó un primer debate con los candidatos al Senado, organizado por RCN Radio y el portal www.elpaisvallenato.com, con el apoyo de EL PILÓN. Invitaron a los aspirantes nativos del Cesar y con vínculos fuertes con este departamento a debatir propuestas y a enfrentarse con el público; sin embargo, los tres aspirantes que tienen mayor estructura política y económica brillaron por su ausencia, no participaron y, a última hora, se excusaron: José Alfredo Gnecco, del partido de la U, quien quiere repetir curul; Didier Lobo, por Cambio Radical, y Sergio Araujo, del Centro Democrático.
Asistieron cinco candidatos: Antonio Sanguino, del Partido Verde; Vivian Namen, del Liberal; Melkis Kammerer, del Conservador; Fredys Escobar, de las Farc, y Edgar Palacio, del movimiento Colombia Justa libre’. ¿Por qué no quieren debatir los candidatos al Senado ausentes? ¿Estarán seguros de sus triunfos o no ven como fuertes contrincantes a los que sí asistieron? Preocupó a los asistentes que justamente los que no estuvieron en el debate son los que más inquietudes generan entre la comunidad, por sus posiciones, sus alianzas políticas y sus antecedentes en el mundo político.
Invitamos a los candidatos al Senado y a la Cámara de Representantes a que acepten y participen en los debates a los que seguramente organizaremos los medios de comunicación o los gremios de la producción, a que den la cara en esos escenarios, sin temor a los cuestionamientos, si es que los hay, sino de frente al debate de las ideas y propuestas como los futuros legisladores del país, y especialmente del departamento de donde esperan obtener la mayor votación.
Ayer la Misión de Observación Electoral, MOE, dio a conocer el Mapa de Riesgos Electorales elecciones 2018 y con satisfacción se observa que han disminuido en estas elecciones los factores de Riesgo en esta vigencia.
El Cesar es de los que menos riesgos tiene según este informe, no aparece ningún municipio con vigilancia especial, y solo aparece uno en riesgo electoral indicativo de fraude Senado (La Jagua de Ibirico), y a la Cámara de Representantes también uno (San Martín). Mientras que en el mapa de riesgos por factores de violencia aparecen 10, entre ellos se cuenta a Valledupar, El Paso, Agustín Codazzi y El Copey.
Sí existe este ambiente de bajo riesgo electoral, se deduce, es porque están haciendo campañas más transparentes y limpias. ¿Entonces por qué no asistir a los debates?