Desde los tiempos del jurista romano Ulpiano (170-228 d.C.) siempre se ha buscado como principio fundamental de la justicia: “Dar a cada uno su derecho”. No obstante, en las sociedades modernas se ha desdibujado este principio, a tal punto que encontramos verdaderos hechos de evidente injusticia que rayan en lo vergonzoso.
Nos referimos puntualmente al caso de la precandidata María Fernanda Cabal Molina, militante del Centro Democrático, quien aceptó competir con Paloma Valencia, Oscar Iván Zuluaga, Rafael Nieto y Alirio Barrera por la candidatura por ese partido a la Presidencia.
Se establecieron las reglas del juego, y se dijo que quien ganara la consulta realizada por la firma encuestadora contratada, sería el (la) ungido(a). Pues bien, llegó el día, y se dio a conocer el nombre del ganador: Oscar Iván Zuluaga, quien al parecer aventajó ampliamente a María Fernanda Cabal.
Los resultados fueron revelados parcialmente, y hasta este momento se desconoce la votación obtenida por cada uno de los precandidatos. Aclaramos, que el interés que nos asiste en todo esto es que haya transparencia, pues se supone que todo ejercicio democrático que se haga al interior de un partido debe ser serio, y consideramos que no revelar el resultado de la encuesta de opinión se presta para todo tipo de suspicacias.
Razón tiene la precandidata Cabal en mostrarse contrariada pues le asiste el legítimo derecho, al igual que a los demás precandidatos, de conocer en su totalidad los resultados de la encuesta, el medio utilizado, el margen de error, los gráficos, la firma que la autoriza, etc.
No sabemos la determinación que de aquí en adelante tomará la precandidata, de lo que sí damos fe es que tan pronto se conoció el nombre del ganador, sus declaraciones iniciales fueron de respetar el resultado, y de honrar el compromiso suscrito. Solicitar la publicación de estos resultados en detalle, fue lo que dio lugar al incidente en comento.
Consideramos que no le hace bien al Centro Democrático ni a ningún partido no revelar los resultados del mecanismo de elección de sus candidatos, pues se supone que es un ejercicio democrático, libre y transparente. A eso le apostó María Fernanda Cabal.
Las diferencias entre Zuluaga y Cabal se venían agudizando toda vez que Zuluaga es tibio al momento de hablar de la gestión del actual Gobierno, en tanto que la politóloga caleña es recalcitrante frente a este tema. Pensar en una alianza ideológica entre ellos, donde afloren los puntos de encuentro, sin duda alguna, demandará un arduo y prolongado trabajo.
La nota de cierre: Comenzó la discusión para definir por acuerdo, que no por decreto, el salario mínimo de los colombianos para el año 2022. ¡Amanecerá y veremos!
Por: Dario Arregocés Baute
darioarregoces@hotmail.com