Ayer el equipo de nuestro entrañable corazón vallenato se clasificó anticipadamente al octagonal al empatar en ‘la Arenosa’ con El Barranquilla, otro fruto de su buena campaña. Cuando el Valledupar Fútbol Club firmó el convenio de cooperación con Atlético Nacional, la esperanza volvió a la hinchada y así lo avalan los números que en la actualidad tienen al equipo del Cesar peleando en firme por llegar a la primera categoría del fútbol colombiano.
Pese a que el convenio anterior con el Club Deportivo Los Millonarios llevó a que el Valledupar Fútbol Club se metiera en los cuadrangulares, -después de cinco años-, dos años después ‘los azules’ se fueron sin despedirse y lo que más ‘enchichó’ a directivos y afición, es que, ningún jugador del equipo verdiblanco fue promocionado.
Pero este proyecto del 2020 hace pensar en una tercera oportunidad para pelear un cupo al ascenso, como ya ocurrió en 2006 y 2008, años en los que Atlético Huila y Real Cartagena nos dejaron sin posibilidades; de contera claro, en aquel entonces un bisoño equipo.
Pero no basta sino con ver los nombres que hoy tienen al equipo vallenato peleando codo a codo su derecho a ascender, y que si bien es cierto, la mayoría no son jugadores nativos -porque aunque si creemos en la cantera, no es obligación nominarlos-, la batalla entre resultados y gustos, por lejos la ganan los números.
Entonces, con un equipo consolidado, con una base establecida por el entrenador, surge una pregunta en la mente de la hinchada: ¿Será que si el equipo asciende se lo llevan los antioqueños? Nos referimos, aclaramos, a la nómina.
La verdad no lo creemos pues viene también una juventud desde las divisiones inferiores con hambre de fútbol, codearse con los foráneos les sirve de comparación, competencia y desafío, y el Nacional está contento con el convenio y ha sido leal con el VFC.
También es cierto que algunos de los raizales, llamados veteranos, por ese afán de ponerse a nivel vienen dando la talla como en el caso de Andrés Padilla o, en la temporada, Carlos Oñate.
Habrá que esperar, pues cada día trae su afán y cada año su cohorte, y lo primero es clasificar y luego pasar a La A, que es el viejo sueño del equipo local. Mientras tanto, ya sea con los paisas o paisanos, el Valledupar Fútbol Club sigue firme en su lucha por convertirse en el tercer equipo de la Costa Atlántica que juegue la primera división del 2021.
Esto se ha logrado en medio de una año adverso en el que además todos los ingresos se cayeron por efecto de la pandemia, tanto los de patrocinio local como los provenientes de la Dimayor como los derechos deportivos de televisión.
Con gran estadio del que solo por la pandemia se usa su cancha y una hinchada que a distancia sabe del equipo y no puede verlo.
Con el frío interés del alcalde Mello Castro y del gobernador Luis Alberto Monsalvo que, a diferencia de los mandatarios de las otras ciudades capitales y departamentos, que dan inmensos recursos para el primer equipo deportivo del primer deporte popular, desaprovechan la posibilidad de usufructuar el orgullo que les da ante sus pueblos darles una satisfacción de triunfo.