Esta semana que termina no es una cualquiera, se trata del cierre del presente año 2022 y como tal será una gran fiesta que inicia desde este viernes y tal vez se prolongue hasta la otra para recibir con alegría el 2023, eso implica toda clase de celebraciones y emociones en la gente.
Es bueno celebrar y, mejor aún, compartir en familia, con amigos y con todos nuestros seres queridos, revivir con ellos los mejores sentimientos que nos unen, pero lo fundamental es saberlo hacer, de tal manera que esas celebraciones sean siempre sinónimo de felicidad, paz y amor. No puede ser de otra cosa distinta.
Es por ello que hacemos una última reiteración en este año 2022 para que unidos todos expresemos la frase de un “NO ROTUNDO al uso de la pólvora”, pero no solo es pronunciarla, debemos ponerla en práctica y propender para que todas las personas cercanas a nosotros hagan lo mismo, solo así se evita el más mínimo riesgo de las tristes y lamentables tragedias que suelen ocurrir en estas festividades.
EL PILÓN ha insistido y cerramos el año 2022 con ese propósito de alcanzar la meta de cero quemados con pólvora en el departamento del Cesar, ya se logró en Valledupar en la pasada Navidad y esperamos que esa cifra se mantenga ahora en la despedida de esta anualidad, pero extendida a todo el territorio cesarense.
Esa meta se puede lograr si se tienen en cuenta las recomendaciones avaladas por entidades comprometidas con el tema, tales como evitar en un ciento por ciento la manipulación de cualquier juego o artefacto que funcione con pólvora, la prohibición total de la venta de este tipo de productos o elementos, descartar la falsa teoría de creer que encender juegos pirotécnicos es sinónimo de alegría. Y lo más importante: jamás permitir que los niños tengan acceso a la pólvora.
Son muchas las campañas adelantadas por las distintas entidades como la Gobernación del Cesar, Alcaldía de Valledupar, fundaciones sin ánimo de lucro, además de diversas empresas del sector privado, eso indica el grado de preocupación reinante frente a esa situación que se deriva del uso o manipulación de pólvora, pero de nada sirven todas estas iniciativas si la comunidad no acata o atiende todos esos llamados que se emiten de todas partes. Suficiente tenemos con las ya conocidas tragedias que se han presentado en centenares de familias.
Reconocer la gravedad de las consecuencias del uso de la pólvora en estas festividades decembrinas es el primer paso para acabar con esa peligrosa costumbre. Es necesario tener en cuenta que las quemaduras ocasionadas por los juegos pirotécnicos (por muy inofensivos que parezcan) son consideradas como algo tan grave y tan catastrófico que pueden llegar al punto de dejar secuelas para toda la vida, tanto para el directo afectado como para sus familiares.
Entendamos entonces, de una buena vez, la pólvora en diciembre traduce tragedias, lamentaciones, tristezas y toda clase de traumas familiares, todo ello es contrario al verdadero espíritu de las festividades decembrinas: la alegría en familia.