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Un sueño fallido

Dayana Rodríguez Madrid. CORTESÍA.

Hace muchos años, existió una niña muy bonita y con una nobleza incomparable; era el sueño más anhelado de una pare de esposos que pedían a Dios que su sueño se hiciera realidad.

El día que esta bebé nació fue una gran dicha para sus padres, ya que era su primogénita y según la ciencia, Perla la madre de la niña, no podría tener hijos, por motivos de una extraña enfermedad, pero pensaron que era el regalo que ellos pidieron a Dios.

Al dar a luz y después de unas horas, desafortunadamente Perla muere. Su esposo llamado Efraín entra a la habitación mira el rostro de su mujer, la abraza y le da un beso y de sus labios salen unas palabras inspiradas en lo más profundo de su ser; diciéndole: te prometo cuidar de nuestra hija hasta el último día de mi vida.

Al decir esto, de sus ojos brotaron unas lágrimas de dolor y de profunda tristeza. Todas las noches, llegan a su mente muchos recuerdos que le destrozan el alma, tantas promesas, ilusiones, demasiados sueños que tenía con su esposa y que lamentablemente no pudieron hacerse realidad.

Ya han pasado varios años del fallecimiento de Perla, Celeste la niña nacida de aquel matrimonio ya tiene 17 años, Efraín le puso ese nombre ya que su esposa tenía ojos azules. Esta joven cursa el segundo semestre de medicina; pero un día estando en la universidad sufre un desmayo, fue llevada inmediatamente a la clínica.

Por petición del padre, a la joven realizan varios exámenes, ya que Él sospechaba que podría tener la misma enfermedad de su madre y desafortunadamente así fue. Ella era para él el sueño deseado y el regalo más grande que la vida le había regalado y se sentía acongojado por no disfrutar de ese regalo maravilloso.

Desde ese momento la vida de ella y de su padre sufre un gran cambio, fue internada de manera definida pero eso no servía de mucho porque los médicos no sabían que era lo que tenía, ni sabían que medicarle.

Celeste estaba consciente que muy pronto se encontraría con su madre y trataba de que su padre no estuviera tan mal sino que disfrutara los momentos con ella ya que él era un padre entregado y maravilloso.Después de varias semanas de estar internada fallece.

Efraín se arrodilla, alza sus ojos al cielo y da un grito desgarrador, su llanto es un llanto amargo, pues él no podía cumplir su promesa.

No pasó una semana de la muerte de Celeste, cuando los vecinos del barrio encontraron a Efraín muerto en su habitación había muerto de tristeza y dolor al darse cuenta que su sueño no era más que un sueño fallido.

FIN

POR: Dayana Rodríguez Madrid- Inst. Educativa Andrés Nicolás Escobar Escobar

Periodista: