El estadio Armando Maestre Pavajeau de Valledupar se convirtió en epicentro de la pasión futbolera de la Costa Atlántica, al recibir el esperado clásico entre Unión Magdalena y Júnior, en un enfrentamiento correspondiente a la fecha 4 de la Liga Colombiana II – 2023.
Aunque el marcador se mantuvo en blanco hasta el final del encuentro, la intensidad de los aficionados, mayoritariamente del equipo rojiblanco, dejó una marca imborrable en este escenario deportivo.
La decisión de la comisión local de seguridad de fútbol en Santa Marta, que restringió la entrada de la hinchada visitante al estadio Sierra Nevada, abrió las puertas para que se designara a Valledupar como sede de este trascendental partido. La respuesta de los vallenatos fue contundente, con filas que se formaron desde horas tempranas antes del partido, culminando en un estadio lleno cuando el árbitro Wilmar Roldán dio inicio al enfrentamiento.
A pesar de la prohibición de exhibir los colores de los equipos en contienda, la pasión de los hinchas se hizo sentir con fuerza, demostrando su lealtad tanto al equipo tiburón como al ‘bananero’, aunque predominó el fervor por el Junior.
El pitazo inicial de Wilmar Roldán marcó el comienzo de una fiesta futbolística en las tribunas y las emociones no tardaron en llegar cuando a los 8 minutos, Carlos Bacca tuvo una ocasión clara al quedar mano a mano con el arquero Ramiro Sánchez.
Unión Magdalena buscó su oportunidad con Ricardo Márquez pero el potente tiro de pierna zurda, fue rechazado por la defensa juniorista.
Aunque la afición no pudo cantar ninguna anotación, una revisión del VAR, donde Wilmar Roldán revocó su decisión inicial, desató una celebración efusiva en la tribuna.
Aunque el marcador permaneció en ceros al final del partido, el clásico de la Costa entre Unión Magdalena y Júnior dejó una impresión positiva en la memoria de los aficionados locales.
POR: JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ/ EL PILÓN.