X

Un reencuentro que todos esperábamos

Recientemente nos reunimos en Barranquilla 17 comunicadores sociales – periodistas, de la Universidad Autónoma del Caribe, egresados en 1985. Ese día hubo estallidos de alegrías, camaradería y anécdotas a borbotones, ¡no lo podíamos creer!

Todo comenzó con la creación de un grupo en Wasap. Iniciamos los contactos, primero con Josefina Jimeno Saade en Valledupar y luego en Barranquilla con Libia De La Hoz. En menos de una semana ya éramos cinco, hasta cuando apareció Ángela María Santodomingo, barranquillera, quien creó un “bloque” de búsqueda y creció el grupo hasta 22.

Un mes después propusimos hacer un reencuentro y escogimos a Barranquilla como epicentro, nos reunimos para un almuerzo en “Palenque”, un restaurante en la 84 con 42.

Los más puntuales fuimos Jesús García y yo (Aquilino) y luego fue llegando la turba: Ángela María, Libia, Isabel Colomna, Lilia Camargo, Aurelia Esquivia, Nancy Amanda Becerra, Marta Patricia Berdejo, Fidel Castro, Esteban Charry, Alfonso Hamburger, David Lizcano, Luís Rodríguez, Martha Barrios, Ledys Caro y Elías De La Rosa.

Habían transcurrido 31 años desde nuestra graduación y muchos habíamos emprendido caminos diferentes. Unos en los medios de comunicación del país y otros dedicados a otros menesteres profesionales.

La programación para el reencuentro no funcionó, porque apenas nos vimos el protocolo se hizo añicos. Parecíamos aquellos muchachitos (as) de 18 y 20 años y comenzamos a reír y a contar cosas de la universidad, de los docentes y de cada uno.

De tanto que hablamos, recuerdo que Marta Patricia me dijo: “Sabes, este reencuentro me enseñó a conocer más a la gente que en los cuatro años que compartirnos en la universidad” y soltó su acostumbrada carcajada.

Recordamos muchos cuentos, pero importó más el presente, por saber de las familias y las ocupaciones; el reencuentro fue algo sencillamente espectacular. Obvio, hablamos de los cambios físicos por el pasar de los años, de los hijos y hasta de los que tienen nietos, pero la enjundia de cada uno estaba ahí enterita, produciendo para la familia y la sociedad.

Un buen almuerzo calmó por momentos nuestro jolgorio, pero reanudamos enseguida en la sala de eventos (patio) del restaurante (durante 5 horas). Las fotos, los abrazos, los piropos y halagos no faltaron. Todos están muy conservados, muy simpáticos y llenos de vida.

Luego unas palabras de Marta Patricia, con su vozarrón tan particular, nos miró a todos y empezó a narrar momentos de nuestra estadía en la universidad. Mencionó a Jesús Correa el profesor “cuchilla” de Lingüística; ‘Toño’ Logreira y Guillermo Mejía, el dúo fuerte de la sociología y antropología; ‘El Mono’ Manjarrez y sus clases de fotografía. Carlos Ramos el docente de radio, al insigne Pedro Coley y al decano Esteban Páez. Polo Recordó a Sigilfredo Eusse, quien el primer día de clases nos dijo: “a mí no me digan profesor que yo aquí soy es un bacán que les vengo a explicá cómo es este cuento de la diagramación y punto”.

‘Patri’ recordó también a las profesoras Ayda Sarta, Paulina Delgado, Elida Logreira, Soledad Leal, Fernando López de Vega, Nelly Gómez, Pacho Botía, entre otros.

En fin, se trató de un reencuentro que todos esperábamos, que necesitábamos a pesar de haber dejado de vernos 30 años. Volvimos a sentir el valor de la amistad y quedamos que en los próximos encuentros vamos a continuar cultivando lo que sembramos hace tres décadas. Gracias, la unión hace fuerza. Hasta la próxima semana.

Categories: Columnista
Aquilino_Cotes_Zuleta: