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Un poco de historia

A raíz de los diálogos de paz, se me ocurre hacer un pequeño recuento de algunos sucesos ocurridos en nuestro país. La guerrilla de las Farc no solamente tiene poder económico y bélico, sino también un gran poder político capaz de elegir dignatarios y que no lo utilizan ellos directamente, sino otros, como coyuntura para sus fines electorales. Esos grupos políticos están de alguna manera ligados a ella.

La historia no se equivoca y le toca competir con un país sin memoria, pero se las voy a refrescar un poco: El general Rojas Pinilla era ganador en 1970, ampliamente por la vía democrática ante su contendor, pero por arte de magia el día siguiente lo superó Misael Pastrana Borrero. Esa clara injusticia hizo que un grupo de colombianos inconformes en señal de protesta gestaran y formaran un nuevo grupo guerrillero que después se desmovilizó (M19), o sea que el señor Pastrana y el Presidente de entonces, contribuyeron indirectamente en la conformación de otro grupo al margen de la ley en Colombia.

Años más tarde su hijo Andrés perdió en la primera vuelta con Horacio Serpa Uribe, alguno de sus asesores o él, se acordó que los colombianos daríamos lo que fuera con tal de conseguir la anhelada paz, automáticamente cambió su discurso, acudió a las Farc brindándole en caso de ser elegido una zona de distensión donde dialogarían y les haría entender que este era un país justo, con el fin de que entregaran sus armas porque ya no tendrían razón de ser.
El pueblo le creyó y lo hicieron con la ayuda indirecta de este grupo y la paz nunca llegó porque esa famosa zona de distensión fue un total fracaso para el Estado, solo sirvió para que ellos se fortalecieran económica y militarmente.
En la campaña de Ernesto Samper entraron dineros en el lomo de un elefante blanco y también saboreó las mieles del poder. Pablo Escobar hizo elegir a César Gaviria, asesinando a Luis Carlos Galán, y su paisano Álvaro Uribe tomó un problema personal y convenció al pueblo colombiano que acabaría con la más antigua guerrilla de Colombia y fue electo presidente en dos oportunidades. ¿Será que Santos también acudió a las Farc para su reelección? Entonces ante el Estado, la guerrilla y el narcotráfico son un mal necesario que es capaz de elegir un presidente fácilmente y sin proponérselo. Colombia nuestro hermoso país.

Por Julio Rojas Buendía

Periodista: